Concluyó en el centro y el norte de la provincia de Santa Fe «la mejor campaña de trigo en diez años», tanto en superficie sembrada como en rendimientos promedio, con más de 19 quintales por encima de lo obtenido el año pasado.

El informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción provincial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe precisa que al final del ciclo de cultivo se cosecharon 375.900 hectáreas, con un rendimiento promedio de 36,75 quintales y una producción total de 381.430 toneladas.

Esos valores llevaron a esta campaña a un rinde promedio que superó en 19,20 quintales por hectárea a lo obtenido en la temporada anterior.

El trabajo señala que incidió «la buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra en el período de implantación y temperaturas adecuadas que permitieron el desarrollo de buen número de macollos, espigas y granos».

«Los rendimientos promedio reflejaron el impacto de las lluvias heterogéneas, irregulares, variables, que se produjeron en alguna etapa del ciclo del cereal», completa el informe.

Respecto de la soja, concluyó el proceso de implantación de 945.000 hectáreas, lo que representa un 1% más que la superficie alcanzada el año anterior, que fue de 935.000 hectáreas.

Los cultivares presentaron muy buen estado, con un normal crecimiento, correcta germinación y emergencia, dadas las buenas condiciones ambientales ocurridas desde el inicio de la campaña.

En cuanto a la soja tardía o de segunda, las lluvias interrumpieron la implantación pero optimizaron la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, como también favorecieron la germinación y el crecimiento de los cultivares.

Para esta campaña los productores estimaron la siembra de unas 550 mil hectáreas, de las cuales ya se implantó el 90%, con un avance de 15 puntos respecto de la semana pasada.

Los primeros lotes germinados evidenciaron buena emergencia y se realizaron aplicaciones de herbicidas post-emergente, para el oportuno control de las malezas.