Si bien la Argentina necesita con urgencia apuntalar su aparato productivo hacia una tendencia creciente en cuanto al comercio exterior (por la escasez crónica de dólares), siempre y cuando no aparezcan las inversiones en moneda extranjera de quienes guardan esas divisas “en el colchón”, esto también puede generar un impacto (y lo está teniendo) en los precios internos de los alimentos, consumo impostergable y cada vez más costoso para las familias argentinas.

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, aseguró que «no van a faltar dólares» en la Argentina, pero advirtió que este año continuarán las presiones para devaluar el tipo de cambio.

«Faltar dólares no van a faltar. Tenemos un nivel de exportaciones aceptables, un sistema de administración cambiaria que está funcionando. Es cierto que hay estacionalidad y algunos juegan con eso para generar incertidumbre, pero si pudimos sobrellevarla el año pasado, seguramente vamos a sobrellevarla este año», sostuvo el funcionario.

En ese sentido, expresó: «En un contexto difícil estuvimos a la altura de las circunstancias. Las presiones del segundo semestre seguramente van a volver a aparecer, y bueno, las afrontaremos como lo hicimos el año pasado».

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En declaraciones radiales, Pesce (quien no suele aparecer en la opinión pública pero lo hizo esta semana) evaluó que con el tipo de cambio el país ha «sufrido algunos embates: en el segundo semestre de 2020 las presiones para una devaluación fueron extraordinarias y se pudo resistir. Desde diciembre el Banco Central está comprando dólares en el mercado y el mes pasado tuvo un récord de compras, por una cuestión estacional y es que se está liquidando la cosecha gruesa».

Grueso verde

El sector agroalimentario liquidó en marzo un récord de US$ 2.773,5 millones por exportaciones -cifra récord para este mes- por la suba en los precios y la liquidación de stocks, informaron en la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

De esta forma, el ingreso de divisas acumulado de la agroexportación en el primer trimestre del año alcanzó los US$ 6.724 millones, agregaron en su reporte mensual las entidades que representan 40% de las exportaciones argentinas.

Según las entidades, «una vez más fue gravitante el aumento sostenido de la demanda de alimentos en todo el mundo por el ingreso en la ‘nueva normalidad’ y por la búsqueda en todos los países por recomponer las existencias internas, incluso de reserva».

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En particular, precisaron, se destacó «el dinamismo en los precios de los productos industrializados basados en la soja (la harina y el aceite son los principales productos exportados por la Argentina) y de los commodities en general». En el plano interno influyó además la liquidación de stocks para facilitar el ingreso de la próxima cosecha gruesa, completaron.

Este año, los ingresos por exportaciones de todo el complejo granario y sus subproductos rondarían los US$ 33.659 millones, según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Pero podrían haber sido mayores si no se hubieran producido recortes de producción de soja a causa de cuestiones climáticas.

Administración de la escasez

En base a las últimas proyecciones de exportaciones realizadas por la entidad rosarina, que proyectan una producción de 45 millones de toneladas de soja -contra 49 millones de la previsión anterior- los ingresos por despachos al exterior del complejo sojero caerían hasta los US$ 19.388 millones, contra los US$ 21.650 millones estimados inicialmente.

Otras áreas del Gobierno son las encargadas de atender el conflicto de intenciones entre el crecimiento de las exportaciones que generen dólares genuinos (se repite, siempre y cuando no aparezcan para inversión los «verdolagas» que están en el mercado paralelo), por lo que queda en evidencia que esa gestión integral de la economía es la que puede estar mostrando fallas severas, que se reflejan en las cifras escandalosas de pobreza (derivadas de otras como la inflación y la tasa de desocupación) que releva el Indec.

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El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, a la salida de una reunión en Casa Rosada. NA


«Nosotros creemos que con la administración cambiaria que está impuesta en nuestro país y con los precios que están teniendo los commodities no deberíamos tener dificultades en nuestro balance cambiario», dijo a su vez Pesce este jueves.

Por otra parte, el jefe de la autoridad monetaria destacó las negociaciones que el Gobierno lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI): «Se está trabajando en un nuevo acuerdo. Esa tarea continúa, hubo noticias auspiciosas la semana pasada con el comunicado del Fondo donde de alguna manera coincide con el diagnóstico que tiene el Gobierno argentino con respecto a la inflación, al crecimiento, la necesidad de desarrollar el mercado de capitales y las exportaciones de nuestro país. Y creo que fue un paso positivo. Veremos si los tiempos dan para que esto pueda resolverse rápidamente», enfatizó.