Por Elisa Soldano

La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) anunció semanas atrás que en los últimos tres años cerraron cerca de 28 mil kioscos en el país y que para finales del 2019 se espera que bajen sus persianas 5 mil más.

Rosario no permanece ajena a esta situación, donde la Cámara de Kioscos de la ciudad estimó que desde el 2016 hasta el presente cerraron cerca de 800 comercios, perjudicados por los aumentos en los servicios e impuestos y por la disminución del consumo.

El asesor letrado de la Cámara, Gabriel Messina consideró, en diálogo con Conclusión, que «en ese porcentaje, Rosario entra en una proporción que estimamos que se da en alrededor de 800 kioscos desde el 2016 hasta el día de hoy».

Hay varios factores que repercuten en el cierre de los comercios, como el aumento de las tarifas -que provoca un incremento en los gastos fijos de los kiosqueros- sumado a la disminución del consumo, lo que se traduce a una disminución en los ingresos.

«No hay movimiento de dinero, los primeros recortes que se hacen son los gastos menores», indicó Messina y agregó que «a la gente le aumenta la tarifa en la casa, reduce el consumo y al comerciante le aumentan los costos fijos, entonces es un círculo vicioso que concluye en estos números que estamos hablando».

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Por otro lado, también se registró un traspaso en el consumo de primeras marcas a segundas.

El precio de los alquileres es otro aspecto que oscurece el panorama, debido a que se piden sumas que, según explicaron desde la Cámara de Kiosqueros, no están al alcance de un comerciante.

El asesor explicó que «el cierre de comercios se da en toda la ciudad» y comentó que la situación se ve agravada porque personas que se quedaron sin trabajo, encuentran una salida laboral instalando nuevos kioscos y actualmente no existe un consumo para tantos comercios.

Impacto en el trabajo

Otra consecuencia de esta situación es el desempleo. «Hay un promedio de, por lo menos, tres o cuatro personas por comercio», señaló Messina, pero añadió que el número de fuentes laborales que se pierden es incalculable, porque al disminuir el número de kioscos «a la persona que hace la distribución le bajan las comisiones por venta y esa persona también deja de consumir en otro kiosco, estamos en un círculo económico bastante nefasto».

Para buscar una solución a la crisis que afronta el sector, la Cámara de Kiosqueros de Rosario mantuvo reuniones con el Ministerio de Producción de Santa Fe y con la Secretaría de Comercio Interior de la provincia, pero manifestaron que no obtuvieron soluciones concretas.

«Nosotros tratamos de generar este tipo de gestiones y de encontrar conjuntamente con los organismos del Estado respuestas para el sector, pero por distintos motivos nunca obtenemos soluciones«, expresó Messina.

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Los kiosqueros piden políticas que ayuden a afrontar los altos impuestos, como un congelamiento de tarifas o una tarifa especial para los comercios minoristas.

Además, el sector tiene una demanda histórica que son las comisiones en la carga por la tarjeta del colectivo, un ingreso que podría ayudarlos a afrontar la crisis. Messina explicó que intentaron gestionar reuniones pero «la secretaria de la Movilidad de Rosario nunca nos contestó, hay una falta de compromiso y de voluntad de resolver la temática».

Por este motivo, el pasado lunes 29 y martes 30 de abril, los kioscos no recargaron ni las tarjetas Movi ni las Sube, como medida de fuerza para reclamar por las bajas comisiones que reciben por este servicio.