En el mes de agosto, según el Indec la industria textil y de indumentaria, sufrió el aumento de los precios de las prendas de vestir y calzado, los cuales tuvieron un incremento del 9,9%, por encima del nivel general de la inflación del mes del 7,0%.

En relación a ello, desde la Secretaria de Comercio propusieron el congelamiento de precios desde el mes de septiembre hasta diciembre de este año, para cuidar el presupuesto de los clientes y estimular el consumo en el sector.

En Rosario, los comercios de venta de ropa e indumentaria, apelan a las ofertas y las promociones para atraer a los clientes y generar consumo, ante un escenario fuertemente inflacionario. Desde los centros comerciales a cielo abierto de la ciudad apuestan a mantener precios, pero afirman que «aumentos hay, pero no es en forma desmedida».

 

En diálogo con Conclusión, la vicepresidenta de Centro Comercial Calle San Luis, Begoña Amatriain, al consultarle sobre los aumentos con respecto al último índice de inflación, explicó que «acompañando lo que es una tendencia en general, la indumentaria ha sufrido algunos aumentos. Ahora tenemos un punto a favor que es importante y es que estamos transitando el cambio de temporada, la temporada de verano es más económica que la de invierno por lo cual esos aumentos no se sienten tan fuerte».

«Es una arteria que nos esforzarnos por acomodar los precios y en esta situación en particular hacemos hincapié en sostener buenos precios, en sostener promociones, si hay que rescindir un poquito los márgenes de ganancias lo hacemos también siempre tratando de poder darle una oferta interesante a los clientes», sostuvo la comerciante.

Sobre la relación inflación-ventas, la referente del centro comercial céntrico definió: «En general, los que nos pasa es que vemos algo y no sabemos si es caro o es barato. Lo que cada uno va observando cada día cuál es su necesidad y la satisface como mejor le conviene».

 

 

En relación a la realidad del aumento de precios en los negocios de indumentaria, Cristian Belad, comerciante del Paseo Echesortu, mencionó que «es exactamente igual a los de todos los sectores, depende de cómo uno lo quiera analizar. Para mí es más importante el precio de la comida que la indumentaria. La indumentaria forma parte de este combo».

Belad explicó que «aumentos hay, pero no es en forma desmedida. Hace dos meses el dólar bajo, pero nadie bajo los precios de la indumentaria. Siendo comerciante digo que los precios siguieron aumentando. Hay algo de aumentos, pero es mucho menos de lo que aumenta el sector de alimentos«.

Para el comerciante, el problema en esta cuestión «deben ser los formadores de precios. La gente si le falta plata es por el alimento, no creo que sea por la ropa. Un kilo de asado está $1800, una remera también. El combustible no aumento tanto pero es un formador de precio».

En cuanto a la medida dispuesta por el Gobierno Nacional para congelar los precios hasta diciembre, el vendedor de indumentaria concluyó: «Como medida no está mal, vienen las fiestas. Tiene que ser algo bueno para todos. Me gustaría que la vaya bien a todos los rubros. Reconozco que la inflación te afecta, pero no tenemos la relación como para hacer un balance de qué está caro o qué está barato».