Por Andrea San Esteban

“El 39,1% de la deuda en dólares emitida en lo que va del año fue destinada a financiar unos 7.820 millones de dólares que fueron fugados del sistema financiero formal”. Así lo indicó un informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (Umet) que realiza un seguimiento de las emisiones de deuda, la fuga de capitales y el perfil de vencimientos.

El rector de la Umet, Nicolás Trotta, expresó en el informe del Observatorio de Deuda Externa que “transcurridos sólo unos meses del año 2017 la fuga de capitales alcanza una cifra récord en un ciclo de fuerte expansión de la deuda externa. El modelo iniciado en diciembre de 2015 exhibe inconsistencias macroeconómicas e institucionales. El gobierno se muestra incapaz de resolver muchos de los problemas que él mismo ha creado, y lo único que mantiene al modelo sin resquebrajarse aún, es el acceso a una fuente (por ahora) ilimitada de endeudamiento externo e interno que parece superar cualquier barrera imaginable”.

Fuga de capitales

Arnaldo Bocco, director del Observatorio de Deuda Externa de la universidad, sostuvo antes del bono 2117: “Con una deuda emitida de más de 80 mil millones en apenas 16 meses, en un contexto de una economía estancada o con algún nivel de recesión, el gobierno no va a poder cerrar el déficit fiscal y va a seguir emitiendo deuda el año próximo en vista a los problemas de fuga de capitales y de las importaciones. En la medida que la fuga continúe en estos niveles, es obvio que una vez más van a alcanzar cifras récord”.

Conclusión dialogó con el economista Juan Carlos Latrichano sobre “renta nacional o extranjera”. El catedrático expresó que “en la década del setenta se estudiaba un concepto hoy olvidado, el concerniente al ingreso nacional. El mismo es igual al ingreso total menos el ingreso de los extranjeros no residentes en el país (intereses de la deuda externa y utilidades de multinacionales locales que se distribuyen en el exterior). Al respecto el general (Juan Domingo) Perón explicó esta situación tras las nacionalizaciones de los servicios y la repatriación de la deuda, señalando que antes de esto la manguera tenía pérdidas y parte del agua no iba al jardín”.

Y continúo: “El gobierno actual discontinuó la vía de endeudamiento interno por la vía externa. El objetivo de este cambio obedece a la idea de evitar la emisión monetaria y sus consecuencias inflacionarias. Sin embargo, este objetivo pierde de vista que los dólares provenientes del endeudamiento externo provocan también expansión monetaria y está debe ser acotada por la emisión de Lebacs”.

Renta que se fuga

«¿Cuál es la diferencia entre la vía de endeudamiento externa con respecto a la interna?», se pregunta Latrichano. «En principio existen dos diferencias. La renta que se fuga de nuestras fronteras disminuye el consumo interno debido al menor ingreso de los argentinos. Al mismo tiempo el ingreso de dólares financieros plancha el tipo de cambio alentando importaciones y el turismo de argentinos en el exterior. Resulta imprescindible repensar el modelo a aplicar en el futuro inmediato. De lo contrario se harán algunos cambios para que nada de lo que nos ocurre cambie”, concluyó Latrichano.

La peor situación en 40 años

El Observatorio Umet analizó que existe un “subsidio implícito” a inversores y sectores de ingresos altos que destinan “dólares baratos” al turismo externo o directamente a la fuga de capitales, creando tensiones en todo el sistema económico. “Si al tipo de cambio atrasado lo combinamos con recesión en el consumo y apertura de la economía, los efectos sobre la vida en comunidad productiva, empleo y distribución de ingresos se hace la más regresiva y temerosa de los últimos 40 años”, dice el informe.