Por Daniel do Campo Spada (TV Mundus)

En las horas pico los colectivos no van tan llenos. De hecho, el Ministerio de Transporte tuvo que admitir que viajan un -10 % menos de pasajeros. Esa es gente que no va a trabajar porque tampoco se compró un auto ya que las ventas cayeron un -50 % y el 70 % de los empleados de las terminales está suspendido. Estas cifras son facilmente abarcables, pero las estadísticas son siempre engañosas. “¡Casi dos millones de personas se fueron de vacaciones!” publican los diarios oficialistas y dicho de esa forma parece una buena noticia. Pero las cosas no son como parecen.

Argentina crece al 1 %, lo que implica que desde que asumió Mauricio Macri hay 1.350.000 argentinos más en el país. Por lo tanto, es como si se hubieran ido de vacaciones solo los nuevos y unos pocos más, pero no muchos más. Dicho de otra forma, escasamente el 5 % de los que habitan en este país se fueron de vacaciones. ¿Y el otro 95 %?

La devaluación de la moneda argentina llevó a que el dólar costara $ 17 en enero de 2018 y $ 38,50 en enero de 2019. Seguramente eso obligó a muchos de los sectores más pudientes a replantearse que no estaría mal unas vacaciones VIP en Argentina antes que unas más modestas en el exterior. Por lo tanto que quienes vacacionaron en el enero de 2019 podrían ser los que en otros años se iban a Punta del Este o Miami.

Supongamos que la mitad de esos turistas “for export” vacacionaron en el país. Solo el 2,5 % se fue de vacaciones. ¿Eso es un éxito? En la Argentina de Carlos Menem se hablaba de un país para cinco millones de argentinos. En ese momento esa cifra era superior al 15 %.

La cifra de dos millones de personas es la misma que se movilizaba en apenas durante un fin de semana largo durante los gobiernos peronistas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Y en 2019 estamos hablando del resultado de dos meses por lo que las propias estadísticas indican que estamos lejos de una temporada exitosa.

De todas formas, veamos lo siguiente. Si se toman algunos balnearios costeros “de onda” como Pinamar o Mar de las Pampas ñas cifras hablan de un 80 % de ocupación. Parece no estar mal, pero el promedio nacional (porque el país es más grande que la Costa Atlántica) llega al 55 %. Es la cifra más baja desde 2001. En ese año el país colapsó.

Volvamos al presente. Ese 80 % de ocupación de plazas en Pinamar y Mar de las Pampas se refleja en apenas un 40 % en restaurantes y ventas en comercio. Esto explica que no es lo mismo vacacionar al viejo estilo que apenas ocupar una plaza y comer fiambre con pan lactal (si se puede, claro). En la Costa Atlántica y Córdoba la temporada teatral trabajó a menos del -50 %. Las compañías no pudieron soportar los tarifazos de luz, gas y agua de las salas. Eran inviables en una temporada paupérrima.

Para concluir este análisis cabe ver lo siguiente. La temporada familiar era en enero, la de los jóvenes era febrero y la tercera edad en marzo. En 2019 todos se fueron juntos y no alcanzaron a cubrir el 100 % de las plazas, lo que implica que los pocos afortunados son bien pocos.