Agobiados por los incrementos de precios que mostraron muchos cortes de carne vacuna durante las últimas semanas, desde el Ministerio de Economía analizan medidas para contener las subas, y al mismo tiempo fomentar el consumo de este alimento. Cabe destacar que un sostenido aumento en el precio de cortes vacunos podría disparar la inflación de los próximos meses, alejando el objetivo del Gobierno –acordado con el Fondo Monetario Internacional– de reducir el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual entre el 3% y 4%.

En lo que va del año, el precio de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas subió entre un 35% y 40%. La suba fue trasladada a las góndolas de supermercados, almacenes y carnicerías, impactando de lleno en el bolsillo de los consumidores finales e incidiendo en la inflación de enero que, según consultoras privadas, rondará el 6%.

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Ante esta situación, y luego de reuniones entre funcionarios de las Secretarías de Agricultura y Comercio con empleados de la AFIP, trascendió que una de las medidas que se anunciaría en los próximos días consistiría en un plan de descuentos del 10% para los clientes que compren carne vacuna con tarjetas de débito. Así, por cada $1.000 de compra, los consumidores recibirían un reintegro de $100 (con un tope de devolución de mil pesos por transacción), los cuales se acreditarían automáticamente en las cuentas.

También habría beneficios para los carniceros: según fuentes oficiales, los comerciantes tendrían descuentos del 90% en el pago de autónomos si adhieren al nuevo régimen, con lo cual van a pagar a la AFIP solo el 10% de lo que determine la facturación por categoría.

Otro de los trascendidos indica que las carnicerías también podrían descontar el 5% del impuesto a las Ganancias y Bienes Personales en las compras a los frigoríficos, y podrían usar este dinero como créditos.

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Además –y a pesar de los cuestionamientos de los sectores ganaderos– se estima que, hasta el próximo 31 de diciembre, seguirá prohibido exportar los siete cortes vacunos que más se consumen en el mercado interno, es decir, el asado de tira, vacío, matambre, falda, tapa de asado, nalga y paleta.

Al respecto, y tras detectar maniobras de subfacturación en frigoríficos –las cuales se encuentran bajo investigación judicial– el Ministerio de Economía podría poner especial interés en las operaciones comerciales que realizan estas empresas.

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Por otro lado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca estaría ultimando los detalles de una serie de medidas destinadas a aumentar la oferta de hacienda.

¿Cómo se comportaron los precios en las últimas semanas?

En la primera semana de enero, el precio promedio del kilo de novillo en pie era de $309, pero esta cifra se elevó a $418 en el primer viernes de febrero, reflejando una suba del 35%. Para el caso del novillito, el precio varió de $312 a $433, con un alza del 38%.

Este incremento en los valores de la hacienda se tradujo en fuertes aumentos en el precio al consumidor. Según el presidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya), Leonardo Rafael, entre enero y la primera semana de febrero el kilo de cortes vacunos mostró subas de entre $350 y $400.

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No obstante, y en declaraciones a la agencia de noticias Télam, el referente carnicero advirtió que las subas no terminaron, y que aún falta que parte del precio de hacienda se traslade a los mostradores. Así, el kilo de carne vacuno podría rondar los $200.

En lo que respecta a la media res, los aumentos que trasladaron al comercio minorista los matarifes, frigoríficos y abastecedores, y que terminaron de realizarse entre los últimos días de enero y los primeros de febrero, fueron en promedio de entre $250 y $300 por kilo.

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Tanto los criaderos como el sector frigorífico explicaron que la suba de precios se debe a un atraso en los valores de hacienda durante todo el 2022. En este sentido, a lo largo del año pasado los cortes vacunos mostraron una suba por debajo del 50%, mientras que la inflación anual fue de 94,8%.

La estabilidad en los precios se explica, en buena medida, en la sequía que golpea al país, la cual afectó a los pastos naturales y obligó a muchos productores a desprenderse de sus animales. Mientras tanto, la demanda interna estaba estabilizada y no demandaba un mayor volumen.