Las autoridades brasileñas pusieron en marcha este miércoles una nueva fase de la «Lava Jato», la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil, con una serie de allanamientos que tienen en mira al grupo siderúrgico italo-argentino Techint, informaron fuentes oficiales.

En la fase número 67 de la Lava Jato, una operación que ya envió a prisión a decenas de conocidos empresarios y políticos, agentes de la Policía Federal y de la Fiscalía cumplieron este jueves 23 allanamientos en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo y Paraná para buscar pruebas sobre posibles corruptelas.

La operación tiene como fin «investigar ejecutivos vinculados al grupo Techint por su posible participación en un cartel», montado por grandes grupos empresariales en Brasil para desviar recursos de la petrolera estatal Petrobras, según un comunicado de la Fiscalía.

Los responsables por la investigación sospechan que tanto Techint como sus subsidiarias brasileñas, Techint Engenharia e Construção y Confab Industrial, participaron en el cartel y pagaron sobornos a tres altos funcionarios de Petrobras para adjudicarse millonarios contratos para venderle tuberías y equipos a la petrolera.

De acuerdo con un comunicado de la Policía Federal, los sobornos pagados ascienden a cerca de 60 millones de reales (unos 15 millones de dólares).

Entre otras empresas, Techint es controlador en Brasil de la Companhia Siderúrgica do Atlántico (CSA), una moderna fábrica en el estado de Río de Janeiro, con capacidad para producir cinco millones de toneladas de placas de acero al año, y comparte con el grupo japonés Nippon Steel el control de Usiminas, una de las mayores siderúrgicas del país.

Techint también es investigado en Brasil por el supuesto pago de sobornos a la estatal Eletronuclear para ser favorecida en un contrato para la construcción de una central nuclear en el país.

Fuente: lapoliticaonline.com