El ex presidente del Banco Central de la República Argentina y uno de los referentes económicos del Frente Renovador, Aldo Pignanelli, evaluó la crisis inflacionaria que atraviesa el país, el eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la delicada situación económica en la que estamos: “Este año la inflación alcanzará el 30 por ciento”,  expresó.

Pignanelli, consideró hoy que “el Gobierno ha trabajado en lo económico sobre prueba y error y ha puesto gente que no está capacitada para hacerlo. Son muy buenos profesionales, pero desde el punto de vista de la economía aplicada a lo político y social, a la macroeconomía, ha sido un gran fracaso. La verdad es que hoy el Gobierno no tiene ni la menor idea de dónde está parado y cómo solucionarlo”.

Consultado sobre cuál será el devenir ante un eventual acuerdo con el FMI, señaló: «La única ventaja si se acuerda con el FMI, es que al fin el país va a tener un plan económico, que a mí no me gustará, pero hoy por hoy la economía argentina está en una situación anárquica, desmadrada”, considero Pignanelli.

Y añadió: “El FMI los va a obligar a tener un plan. Pero es muy triste lo que nos va a pasar. Argentina va a tener una etapa de ajuste muy fuerte ante el fracaso de la política económica del Gobierno que no entiende por dónde pasa la economía del país”.

Preguntado acerca del porqué el gobierno hizo anuncios con bombos y platillos por buscar un acuerdo con el Fondo, el referente económico del Frente Renovador señaló que “un gobierno que recurre al FMI está quemando las naves. Ningún país es feliz yendo al Fondo. Y menos aún lo promociona como algo exitoso. En cualquier lugar del mundo, si un país tiene tasas al 40 por ciento, una inflación que va a llegar al 30 por ciento, con una caída en la actividad económica y una devaluación como la reciente, nadie sería capaz de pensar que se salió bien de una crisis”.

Respecto del impacto por aplicación de las recetas de la entidad internacional, el ex funcionario sostuvo que, ante este panorama “el costo social será muy alto. Eso es lo que más nos debe preocupar. Cuando empezó el Gobierno de Macri, nos preocupó el déficit fiscal, luego las cuentas externas, el endeudamiento, y ahora nos debe preocupar la cuestión social. La nueva estimación de inflación para este año era de un 22 o 23 por ciento, pero con estos indicadores, puede llegar a 30 por ciento. Solo en lo que va del año tenemos una inflación acumulada del 12 por ciento, a lo que debe sumarse lo de las tarifas. Muchísimos tienen que optar entre pagar los servicios o poder comer. Eso es una locura”.

Finalmente, Pignanelli recordó que “un político argentino dijo una vez que la deuda debía pagarse con sangre, sudor y lágrimas. El tema se repite, pero el problema es que la sangre, el sudor y las lágrimas será de los trabajadores. Debemos unirnos para sacar esto adelante”, concluyó.