A pocas horas de que se revele el índice inflacionario del mes de agosto, que se estima que superó el 6%, especialistas en economía y consultoras privadas advierten que el contexto de elevada inflación sumado a otros factores, por ejemplo, el aumento de tarifas y el encarecimiento del crédito, podría resentir duramente el consumo masivo en los próximos meses.

El impacto inflacionario en el consumo comenzó a ser notorio en los últimos meses y encendió las luces de alerta. De hecho, en el Área Metropolitana de Buenos Aires advierten un desplome de los índices que ronda el 7%. Y si bien, en el interior del país los datos se mantienen positivos, dan cuenta de una importante retracción que enciende las luces de alerta de cara a los próximos meses.

El director de la firma Focus Market describió al diario Ámbito Financiero que aunque la inflación tuvo una leve desaceleración en el mes de agosto, aún «se ubica en el podio de los tres datos más altos del año». «La contracara es un bolsillo debilitado en su poder adquisitivo y un nivel de deuda en crédito vía tarjeta que es un tanque de oxígeno con menor capacidad para amortiguar un respiro hacia la llegada de comienzo del mes siguiente. El ajuste que no se vio en el sector público se ve en el sector privado, en familias sobre todo en la clase media».

En tanto, desde la consultora Ecolatina explicaron que en el primer semestre el consumo siguió creciendo con respecto al año pasado, encabezado en primer lugar, «por los servicios, por los sectores más afectados durante la pandemia”. Entonces se dio «una fuga al consumo», acompañada de una recuperación de los salarios reales señaló. Se dio, remarcó, una caída de la demanda de dinero, “una fuga al consumo, acompañada de una recuperación de los salarios reales”.

Sin embargo, las cosas son muy diferentes para este semestre. Para Santiago Maoukián, varios factores se conjugaron:  «Las restricciones a las importaciones de fines de junio limitaron la expansión en el mercado interno de la oferta, en términos de cantidad y de variedad y generó presiones inflacionarias adicionales».

Pero, subrayó el especialista, a eso se le suma «el mayor impacto de la aceleración inflacionaria sobre los ingresos que se espera para los próximos meses». «Si bien las paritarias pueden ayudar al sector formal para que no caiga tanto el salario, si es que se reabren rápidamente, creemos que el impacto va a ser superior al que fue en la primera parte del año», Y agregó: «A eso se le suma el ajuste en tarifas: que no sólo impacta en el IPC, sino que también resta ingreso disponible para gastar en consumo. Las familias se van a encontrar con un costo fijo mayor y todo el resto que les queda para ahorrar o consumir, se va a ver restringido”.

Otro de los factores fundamentales que señalan desde la consultoras es el encarecimiento del crédito al consumo y la inversión, por el ajuste de tasas que viene realizando el Banco Central. Y a esto también se le suma un impulso fiscal menor y una menor capacidad del Estado para impulsar la actividad económica. Se estima entonces que esta variedad de factores van a afectar los índices de consumo particular.

Sin embargo, desde la consultora Sarandí, Seguio Chouza señaló que hay una realidad muy heterogénea. «Hay sectores que tal vez tienen disponibilidad de pesos y en un contexto en el cual los pesos queman en el bolsillo, el acto impulsivo de muchas familias que tal vez no tienen instrumentos sofisticados para preservar el valor de los ahorros, deciden consumir. Por lo cual, en lo que resta del año no veo que vaya a haber un desplome. Sí, en cambio, se vería una dinámica con sus tribulaciones: una dinámica de efecto serrucho, con algún mes para arriba y otro para abajo. Y, por ahora, en los diferentes indicadores no hay un patrón muy evidente”

Fuentes: Indec – Diario Ámbito Financiero