Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires
El Astillero Río Santiago (ARS) se prepara para la ceremonia de botadura de la segunda Lancha de Instrucción de Cadetes (LICA) de la Armada Argentina. La primera unidad, el ARA Ciudad de Ensenada, gemela de la lancha que tocó agua este miércoles, había tenido su botadura durante en octubre del año pasado.
En base a su construcción, las LICA pueden acomodar hasta 34 cadetes, sumado a una tripulación adicional de 5 personas. Asimismo, ARA “Ciudad de Ensenada” y ARA “Ciudad de Berisso” permiten el adiestramiento en técnicas de navegación.
En diálogo con Conclusión, el Secretario de Acción Política de ATE Ensenada, Diego Seimandi, manifestó que «es un hecho muy importante porque lo trabajos para la Armada porque tanto Vidal como Mauricio Macri los habían paralizado».
«Este miércoles a la diez de la mañana se botará la lancha, con el cambio de gobierno estamos no solo tirando al agua dos embarcaciones sino que se está reactivando el resto de la planta, porque se está construyendo una compuerta para la base naval de Puerto Belgrano y estamos con trabajos de reparaciones en muelles».
Respecto del futuro, el trabajador, quien es especialista en el sector militar, dijo: «Aspiramos a que con estos trabajos vengan debajo del brazo otros nuevos, porque es lo que necesita el Astillero para seguir produciendo y seguir garantizando el futuro laboral de los trabajadores». Y sobre la relevancia de esta iniciativa señaló que «es importante por dos cuestiones, porque el astillero de a poco se pone en marcha, tirar un barco al agua es una fiesta y también porque no solo hay trabajo de los obreros del astillero, sino de terceras empresas que son los que abastecen los insumos y materiales para producir».
Los medios hegemónicos con sus principales voceros como Jorge Lanata y Eduardo Feinmann atacaron a los trabajadores diciendo que éramos vagos y que no producíamos.
Seimandi también precisó que se «trata de un hecho de reivindicación para los trabajadores porque en el gobierno anterior los medios hegemónicos de tirada nacional salieron con sus principales voceros, cómo Jorge Lanata y Eduardo Feinmann, a detractar a los trabajadores diciendo que éramos vagos, que no se producía y había que cerrarlo».
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