Por: Gabriel González

Grupo Televisión Litoral (GTL) se quedó sin CEO, al precipitarse la salida del contador y periodista Marcelo Fernández, tras dos años de gestión en la firma que preside el empresario Gustavo Scaglione.

Según pudo saber Punto biz, Fernández al menos por ahora no será reemplazado, mientras negocia la transferencia de sus tenencias en la compañía, en su carácter de accionista minoritario.

También se produjo la desvinculación de Alejandro García Conde, la figura que Fernández había traído para gerenciar los programas periodísticos de Canal 3. El grupo contrató una consultora para que analice las estructuras de gerenciamiento y las decisiones de eventuales reemplazos se tomarán en base a los resultados de esa evaluación.

Aunque la noticia corrió como reguero de pólvora durante los últimos días en el círculo rojo de Rosario, los protagonistas guardaron estricto silencio y evitaron hacer comentarios ante la requisitoria de este medio.

Scaglione y su esposa Josefina Daminato desembarcaron en Televisión Litoral en 2015, cuando la familia del difunto Alberto Gollán decidió desprenderse de Canal 3, LT2, FM Vida y el portal Rosario3.com. Fernández fue el broker de esa transferencia y terminó quedándose con una porción del paquete accionario y la dirección ejecutiva del grupo.

La pertenencia de Fernández a la Fundación Libertad y el estrecha relación de la entidad que lidera Gerardo Bongiovanni con el por entonces candidato a presidente de la Nación, Mauricio Macri, hicieron que en los círculos políticos -con la grieta a flor de piel- se hablara de un alineamiento de los nuevos dueños. La predilección de Macri ya devenido presidente y sus ministros a la hora de elegir pantalla de TV cuando visitan Rosario, vinieron a reafirmar esas interpretaciones.

La transferencia de 2015 y la relación con el macrismo fueron seguidos con el ceño fruncido por los socialistas, tanto desde el gobierno provincial -principal anunciante del grupo- como de la Intendencia de Rosario.

En torno al divorcio circulan múltiples versiones, que van desde incompatibilidades de gestión hasta diferencias en las estrategias de alineamiento político a seguir, en un año marcado por las elecciones de medio término.

La explicación profesional habla de una “incompatibilidad de caracteres” para la gestión, si bien Scaglione y Fernández se conocen desde hace tiempo, ya que el contador gerenció por outsourcing y durante varios años la agencia de cambio y turismo Daminato.

En tanto, la versión política da cuenta de un vuelco del timón para mejorar las tirantes relaciones con las administraciones locales.