La diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, apuntó  nuevamente contra el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, tras la desestimación de la denuncia contra el juez federal Ariel Lijo en el Consejo de la Magistratura y volvió a advertirle al macrismo que no cuente con ella «para encubrir».

«Quiero expresar mi preocupación ante la desestimación de la investigación que trata sobre el presunto enriquecimiento del juez Ariel Lijo, hoy bajo la influencia y protección del empresario del juego y dirigente deportivo Daniel Angelici, quien debería abocarse a dirigir un club de fútbol y no a proteger o a vetar jueces en la Argentina», afirmó Carrió al volver a acusar a Angelici de operar en los tribunales federales.

La diputada se expresó de esa forma en una nota dirigida al presidente del Consejo de la Magistratura, Miguel Piedecasas, un día después de que el organismo decidiera, con mayoría de miembros oficialistas, desestimar la denuncia contra Lijo por presuntos vínculos comerciales con el destituido camarista Eduardo Freiler.

Luego, en una red social, Carrió insistió: «Desde el inicio les quedó claro a todos en Cambiemos que yo no iba a encubrir. Para eso no cuenten conmigo. Una vergüenza».

«El dictamen cuestionado fue llamativamente aprobado en forma presurosa producto de un superficial tratamiento que prescindió de elementos de prueba fundamentales, tales como el testimonio de Carla Lago, ex mujer de Alfredo Lijo», sostuvo la diputada.

Y agregó que, durante la instrucción de la denuncia -a cargo del diputado macrista Pablo Tonelli- no se tomaron decisiones para «investigar el patrimonio oculto» del juez.

«A mi entender, las medidas de prueba producidas han sido insuficientes y poco eficaces para la averiguación de los hechos», sostuvo Carrió y acusó al oficialismo de tener dos varas a la hora de investigar a jueces.

Señaló, al respecto, que la investigación contra Lijo «mostró un muy diferente tratamiento respecto de las medidas de prueba del juicio político contra el ex juez Freiler», que también instruyó el oficialismo.

El expediente contra Lijo se había iniciado en el Consejo de la Magistratura después de una declaración de Lago, ex cuñada del juez, quien durante el caso que terminó con la destitución del camarista Freiler declaró ante el Consejo que Alfredo Lijo, hermano de Ariel y ex marido de Lago, compartía un haras en Dolores con el magistrado.

La semana pasada, Carrió había denunciado a Lijo, a su hermano Alfredo y al ex ministro de Planificación Julio De Vido por los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero, coimas y tráfico de influencias.

La denuncia también alcanzó al ex secretario de De Vido, José María Olazagasti; al ex camarista Freiler, entre otros, y recayó en el juzgado de Sebastián Casanello.

«De Vido era el jefe y Alfredo Lijo era el organizador, es decir, el articulador entre los dos sectores que conformaban la banda: el sector de algunos jueces y fiscales a los que tenía especial acceso a partir de la relación con su hermano, el juez Ariel Lijo, y los empresarios o funcionarios que requerían de sus servicios para la obtención de beneficios procesales en la causas judiciales», señaló la presentación.

La líder de la Coalición Cívica-ARI acompañó la denuncia con un supuesto audio en el que Alfredo Lijo admitiría que él «iba a Tribunales a llevarle plata a uno, a otro» y, al respecto, señala que el hermano del juez «habría traficado influencias a favor de De Vido, quien hoy se encuentra procesado por la causa de direccionamiento de la obra pública y por la causa de la tragedia de once, entre muchas otras».