Un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto de la Cámara de Diputados retomó esta mañana el debate del proyecto sobre la implementación de la boleta única de papel, en una reunión informativa que contaó con las presencias de especialistas y exfuncionarios.

Al abrir la lista de oradores, la secretaria de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Patricia García Blanco, aseguró que «desde el ’83 a la fecha las elecciones se desarrollan con total normalidad y no ha habido denuncias», dijo que el sistema «ha dado pacífica alternancia a las distintas fuerzas» y consideró que con los planteos para cambiar el sistema «se pone en cuestión la legitimidad de todos los cargos electos».

García Blanco puso de relieve que con el actual sistema de boleta partidaria «las fuerzas políticas han ganado siendo oposición y perdieron siendo gobierno», al advertir que la implementación de la boleta única «no garantiza reducción de costos y no termina con las listas sábanas».

El director nacional electoral, Marcos Schiavi, desestimó la implementación de la Boleta Única de Papel en el método de votación al advertir que “no hay evidencias que ameriten impulsar modificaciones al sistema electoral actual”, durante el debate en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.

Además, señaló que “la falta de un diagnóstico integral, hacerlo en una discusión exprés y, sobre todo, con una ausencia de acuerdo entre las principales fuerzas, trae más riesgos que soluciones». «Estamos discutiendo sobre un problema que no sabemos cuál es. Hay algunos comentarios, pero considero que necesitamos más evidencia para definirlo”.

El titular de la Dirección Nacional Electoral (DINE) consideró que “a simple vista, lo que parece es que estamos queriendo hacer una reforma muy importante, muy sustancial, sin los datos necesarios”, y agregó que “las ventajas que trae la boleta única no valen la pena como para atravesar el riesgo al que nos estamos exponiendo”.

También advirtió que resulta “un punto central para cualquier reforma llegar a consensos y hoy estamos discutiendo con consensos fracturados”, lo que a su entender calificó como “preocupante”.

En ese sentido, indicó que “el sistema funciona, tenemos un sistema electoral ágil, robusto, confiable, el electorado lo conoce, lo valora, sabe que va a un cuarto oscuro y sabe lo que tiene que hacer, hay un nivel de participación alto, hay normalidad en los procesos, hay alternancia en los gobiernos, hay expresiones políticas emergentes que pasan de no tener representación a tener un peso en el electorado muy importante en un cortísimo plazo, hemos tenido resultados con diferencias muy escuetas y no hubo un nivel de conflictividad alto”.

Previo a la exposición de Schiavi, la exdirectora nacional electoral y actual secretaria de la Embajada Argentina en Chile, Diana Quiodo, se refirió a los costos que implicaría la implementación del sistema de Boleta Única.

Quiodo tomó por ejemplo los gastos en la provincia de Santa Fe durante la última elección, provincia en la que se implementa el sistema de boleta única desde 2011.

Así, la exdirectora nacional electoral manifestó que en esas elecciones hubo un costo por elector de 169,30 pesos, mientras que en las elecciones nacionales el costo por elector fue de 119,70 pesos.

“No creo que sea más barato. Durante el último proceso electoral, por lo menos hasta diciembre, los partidos devolvieron lo que no usaron para impresión de boleta. Hay algo para mirar en ese punto, acerca de cómo está regulado y cómo se liquida. Pero no me parece que la boleta única papel sea la forma de darle solución a este tema”, sentenció Quiodo.

La semana pasada expusieron 20 invitados, de los cuáles 12 se mostraron a favor, mientras que 8 manifestaron sus reparos a la modificación del sistema electoral que se utiliza en el país.

En el debate están sobre la mesa proyectos elaborados por Silvia Lospennato, Pablo Tonelli (PRO-CABA), Emilio Monzó (Encuentro Federal-Buenos Aires), Enrique Estévez (Partido Socialista-Santa Fe) y Alejandro ‘Topo’ Rodríguez (Identidad Bonaerense), como también otros de los exlegisladores Gustavo Menna (UCR) y Jorge Enríquez (PRO), entre otros.

El oficialismo, en tanto, ya anticipó que está en contra del tratamiento del proyecto por tratarse de «un tema que no está en la agenda de la gente».