La Cámara de Diputados convirtió hoy en ley el proyecto que propicia un sistema de fomento para la adquisición de viviendas, con el cual se busca incorporar otro mecanismo de otorgamientos de créditos mas accesibles y con menores requisitos de los que actualmente ofrece el mercado bancario.

La iniciativa fue aprobada por 123 parlamentarios que fueron aportados por Cambiemos, Frente Renovador y el bloque Justicialista, mientras que fue rechazada por 38 diputados del Frente para la Victoria y del Frente de Izquierda y los Trabajadores, aunque con diferentes fundamentos.

El Frente para la Victoria que había firmado el despacho de mayoría con disidencias parciales optó por votar en contra dado que no tuvo respuestas a sus reclamos sobre el Plan Procrear.

También votó en contra del proyecto aprobado por unanimidad en el Senado, el Frente de Trabajadores de Izquierda porque sostuvo que esta iniciativa «es un plan armado para beneficiar al sistema bancario».

El proyecto establece la creación de un instrumento de ahorro, préstamo e inversión denominado «Unidades de Vivienda» (UVI) para «captar el ahorro de personas humanas y jurídicas y destinarlo a la financiación de largo plazo de la adquisición o construcción de viviendas».

De acuerdo a esta propuesta el valor de una UVI es cercano a diez pesos y mil UVI representa el valor del metro cuadrado de vivienda, aunque el valor definitivo según el proyecto será establecido por el Banco Central.

Los instrumentos denominados en UVIs serán cuentas de ahorro, que permitirán la disponibilidad de sus fondos con una periodicidad mínima de 180 días desde la fecha de su depósito; depósitos a plazo fijo, por plazos no inferiores a 180 días, préstamos hipotecarios, títulos valores, con o sin oferta pública, por plazos no inferiores a dos años.

Para atesorar una unidad de medida que mantenga su valor a lo largo del tiempo, la UVI se actualizará constantemente por la variación del costo de la construcción.

Si hoy se adquieren diez metros cuadrados, en cinco, diez, veinte años, por ejemplo, se sigue teniendo diez metros cuadrados.

El presidente de la comisión de Finanzas, Eduardo Amadeo, aseguró que esta ley aporta un nuevo mecanismo para tener un crédito para la vivienda porque se necesitan generar alternativas ya que «hay tres millones de familias que padecen alguna carencia en materia habitacional».

En ese sentido, Amadeo expresó que este proyecto votado previamente en el Senado tiene como meta «captar el ahorro de personas físicas y jurídicas y destinarlo a la financiación a largo plazo para la construcción y adquisición de viviendas”.

En tanto, el radical Luis Petri señaló que este proyecto «no sólo viene a paliar un déficit habitacional que tiene la Argentina» sino «tiene como objetivo incentivar el ahorro, el crecimiento económico y el empleo».

Dijo que para construir viviendas «hacen falta préstamos porque los recursos del Estado son limitados para financiar la construcción de viviendas en el país» y también busca «crear un nuevo mecanismo de ahorro».

Desde la oposición, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, anunció el voto contrario al proyecto votado por unanimidad en el Senado al justificar que el gobierno «no da respuestas a los reclamos de un plan que ya está en vigencia como es el Procrear».

En ese sentido, el ex ministro Axel Kicillof señaló que «en nuestro gobierno concretamos más de un millón de soluciones habitacionales. el plan Procrear tuvo un éxito que se sintetiza en las doscientos mil soluciones habitacionales, y ahora el gobierno lo desvirtuó al cambiar sus condiciones».

Por su parte, el diputado del Partido Obrero Néstor Pitrola expresó su rechazo al proyecto al argumentar que «no se trata de un verdadero plan de construcción de viviendas populares, sino de un nuevo instrumento de capitalización financiera al servicio de la banca inversionista».