Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (Enviado especial)

Cambiemos y sus aliados dieron el primer paso este jueves en la reforma de la ley electoral, al obtener dictamen favorable en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, luego de intensas negociaciones con la oposición, en particular, con el Frente Renovador.

Con la participación de diputados de todos los bloques políticos que conforman las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, se consiguió el aval para implementar la boleta electrónica a partir de 2017.

A pesar que desde el Frente Renovador y el bloque Justicialista manifestaron su apoyo, objetaron temas puntuales. Por su lado, el Frente para la Victoria y la izquierda mantuvieron la negativa sobre la instrumentación del nuevo sistema de votación.

El dictamen votado incorpora de la ley denominado “corralito” de las PASO, que condiciona al ciudadano a sufragar en una sola interna partidaria, y estará impedido de combinar postulantes de distintos agrupamientos, pudiendo ir en detrimento de las fuerza de provincia que no tengan candidatos a presidente.

Además, la reforma al régimen electoral impulsada este jueves incluye la aprobación de la paridad de género en las listas electorales, que entrará en vigencia a partir de las Paso. En relación a esto último, esta semana se firmó en el Senado, un dictamen en favor del cupo que equipara en cantidad a hombres y mujeres como candidatos en las listas.

Sin embargo, las dudas acerca de las garantías que ofrece el sistema fue expuesto por quienes miran con recelo la utilización de una herramienta informática «que intermedia la decisión del votante porque esa instancia está mediada por una empresa privada».

Para obtener argumentos de una y otra parte, Conclusión dialogó con el diputado nacional, Juan F. Brügge, del Partido Demócrata Cristiano, quien ve «positivo el sistema de boleta electrónica, porque es un avance en el sistema de votación, porque el actual sistema es arcaico que generó situaciones raras, sin acusar de fraude pero la gente desconfió».

«El sistema es electrónico pero en la impresión, se trata de una tarjeta que entrega el presidente de mesa al votante, que accederá a un recinto de votación en el que encontrará una máquina que contendrá en la pantalla la opción electoral, introduce la tarjeta y el sistema imprime la opción elegida, así el elector podrá verificar lo que marcó en la pantalla para luego introducirlo en un sobre y luego en la urna», explicó el legislador.

Brugge aclaró que su fuerza política aportó «el sistema de auditabilidad para que la población este tranquila que el sistema no será jaqueado, y que el resultado no sea otro que la opción del elector. Y especificó, que la auditoria será realizada por la Cámara Electoral Nacional, es decir, la Justicia será la encargada de llevar adelante la elección, y significa un gran salto porque hasta ahora el proceso electoral lo organizaba el poder Ejecutivo Nacional y el Ministerio del Interior, que ya no tendrá injerencia en el proceso electoral».

Acerca de como se garantizará la pristinidad del comicio, Brugge señaló que «se hará una auditoria antes de elegir el sistema, otra el día de la elección, tomado de un modelo similar al que se utiliza en Brasil, se toman 10 máquinas que se verifican y se realizan todos los tipos de ataques al sistema informático para verificar su seguridad en el ámbito que funciona cada Junta Electoral Nacional donde pueden participar universidades, ONG, colegios profesionales, y expresiones políticas y realizarle todas las revisiones técnicas que correspondan sobre las máquina», y agregó que «habrá otra auditoría pasadas las 48 horas para darle a los electores confiabilidad».

La Ley también contempla un nuevo delito, «la corrupción del elector, que tendrá una pena de 4 a 8 años de prisión para quienes quieran corromper al votante, por caso, querer comprar la voluntad de personas que tiene necesidades económicas y son tentadas a cambiar por dinero su voto».

Consultado acerca de las objeciones interpuestas por parte de la oposición en cuanto a la fiabilidad del sistema votado el legislador contestó que «la ciencia de la informática avanzó en los últimos años y prevé mecanismos de control para bloquear ataques informáticos, este sistema no está conectado a internet o sea que no puede haber jaqueo, por otro lado los dipositivos electrónicos están auditándose, y además porque la máquina no carga cuando la población vota sino que se carga una vez terminada la votación. Lo que se carga es la tarjeta y el chip. Si la máquina no lee chip se tiene como válido lo que dice la tarjeta en papel impreso, para contrarrestar anomalías dejando como válida la voluntad del elector en papel».

Por último, especificó el doctor Juan F Brügge que en caso que  el elector adujera que cometió un error o que lo impreso por la máquina no se ajusta a su elección «esta previsto que se puede anular y si no hubo impresión podrá hacerse en otra mesa protegiéndose el secreto de su voto», finalizó el legislador pro Córdoba.