Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se volvió a visibilizar este jueves “el colapso en centros de salud y hospitales provinciales”, informaron desde el gremio.

“Continúan y se suman los casos que muestran el colapso de la atención sanitaria en Rosario y zona. Centros de salud atienden con intermitencia por falta de servicios básicos y caída de techos, hospitales sin climatización y personal del Gamen arrastrando baldes de agua por falta de presión”, señalaron desde ATE Rosario.

Cabe recordar que la semana pasada el gremio denunció el colapso del sistema de salud, especialmente en sectores geográficos y rangos de atención que se dirigen a poblaciones sumamente vulneradas y vulnerables.

“Los centros de salud, que forman el sistema de atención primaria y, este mes, fueron la única institución estatal presente en territorios periféricos, están en colapso por falta de inversión”, aseguraron.

Los centros afectados

Desde ATE Rosario indicaron que en el centro de salud Che Guevara, ubicado en la zona oeste de la ciudad, “lo que arreglaron la semana pasada, se volvió a romper y, hasta este jueves no hubo atención”.

“Tampoco pusieron el estabilizador eléctrico pedido por les trabajadores y se quemaron nuevamente los artefactos, incluso la bomba de agua. En el penúltimo día hábil de la semana, volvieron, pero sin vacunación, porque los bajones de tensión impiden que las heladeras enfríen y llegar a temperaturas acordes para la conservación. “Se complica el laburo y el proceso de las personas dentro del sistema”, cuentan les delegades.

En la zona de Amenábar al 1300, el Centro de Salud N° 11 «Villa Corrientes» tuvo un derrumbe del techo del baño y estará cerrado por tiempo aún no establecido.

El Centro de Atención Primaria Siete de Septiembre, de Martínez Estrada 8091, permanece cerrado por falta de agua, de climatización, además sólo la mitad del personal está en funciones.

En el Anselmo Gamen de Villa Gobernador Gálvez, la falta de presión de agua obliga a buscar el suministro en baldes, no hay aire acondicionado en la sala de internación donde hay 17 personas, con las altas temperaturas que azotan la región.

“Hace más de una semana hay problemas con el suministro de agua ya que no hay mantenimiento de los tanques, que son alimentados con bombas de agua de las del tipo hogareñas, las cuales no son suficientes. Amén de eso falta de mantenimiento en cañerías, canillas y depósitos de agua de baños, que producto del uso se han ido desgastando. El personal de mantenimiento hace lo que puede y más, pero es lógico que son cuestiones que debe resolver un plomero y eso genera un costo que el SAMCO no puede afrontar ya que siempre su respuesta ante cualquier situación es ‘no hay dinero, lo que nos manda Provincia no es suficiente, ni alcanza’”, contó Eleonora Salvatierra, enfermera y referente de ATE Rosario.

“Estos días técnicos y enfermería ha estado usando agua de bidones y de sachets de agua destilada para lavarse las manos, además hay usuarios internados postrados a los cuales hay que higienizar y se ha traído agua en baldes para tal fin, así como para tirar en los baños. El personal de mucama pone la mejor buena voluntad, pero no es suficiente, ni corresponde, faltan inversiones serias. Incluso los bomberos voluntarios de VGG han traído agua también para llenar los tanques, pero eso solo emparcha la situación”.

Geriátrico, en alerta

Como se viene denunciando desde ATE Rosario, en el Hospital Geriátrico Provincial no se aguanta más. Casi 200 pacientes y 400 trabajadores a diario atraviesan una realidad invivible.

“Somos parte de una red de salud de la ciudad que ha venido decayendo luego de la pandemia. Se ha ido desfinanciando nuestra salud pública, yo soy médica psiquiatra y hace muchos años que trabajo en el Hospital. Realmente estamos con muchas carencias, sobre todo y más allá de que falta personal, estamos en este momento con estas temperaturas con el problema de que no hay climatización, no hay aires acondicionados. Tenemos alrededor de 200 pacientes y están con ventiladores de techo con estas altas temperaturas. Y son mayores, muy frágiles y se deshidratan con facilidad”, narró Analía Neme.

“Venimos reclamando, reuniéndonos en asamblea todo el personal del Hospital. Enviamos notas a la dirección y a la ministra de Salud. No tenemos respuestas, todo se va postergando porque los arreglan y se rompen. La verdad es falta de financiación y falta de gestión. Esto no se tiene que hacer en el verano, ahora cuando venga el invierno vamos a estar en la misma lucha pero por la calefacción”, apuntó.

Analizando la situación a largo plazo, la médica sostuvo: “el desfinanciamiento de la salud pública va pasando de una gestión a la siguiente y se intenta tercerizar a sistemas que no pueden responder, como sucedió en la pandemia. Hasta ese momento, el personal respondía como un recurso más. Ahora agotado, no puede. La salud es un derecho y el Estado tiene que garantizarlo, no ofrecerlo como un bien de consumo. Lo terrible es que hay gente muy capacitada que los podría asesorar y no les interesa. Sólo nos reciben cuando la Asamblea decide movilizar y salir a las calles, por ser un año de campaña electoral, peligra su credibilidad, entonces prometen soluciones que nunca llegan”.

Por parte de la Dirección Provincial de Políticas para Adultos Mayores, no hubo mejoras tampoco (ver informe). Dos personas de guardia por turno, sin agua y sin personal trabajando para resolverlo. En el mismo predio, el abandonado Hogar Oficial de Adultos Mayores Jorge Raúl Rodríguez, sigue el mismo camino. A la situación denunciada por ATE Rosario, se sumó el robo de los aparatos de climatización y la suspensión del turno noche por inseguridad del predio.

“Toda esta situación empuja la realización de medidas gremiales que se definen en asambleas, porque es una caja de pandora. Cada día aparecen nuevas denuncias que se vinculan con lo mismo: la desidia gubernamental con desinversión. Mientras se rasgan las vestiduras públicamente por la violencia social, en las únicas instituciones que en verano atienden poblaciones vulnerables, sea porque son zonas de extrema pobreza, o adultos mayores, o pacientes psiquiátricos, la respuesta es el abandono. Les compañeres están con un cansancio atroz y desolación total, pero con fuerte voluntad de seguir defendiendo como cada día, la salud pública”, dijeron desde el sindicato estatal.