Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires.-

 

El abogado de Cristina Fernández de Kirchner, Gregorio Dalbón, analizó la significación que cobran distintos hechos actuales, a los que calificó como emergencias residuales de lo que «padeció» el pueblo argentino. Y que hoy si bien parecen aislados en la vida de la república, tiene como protagonistas a un fiscal «rebelde», con un pasado de connivencia judicial con agentes de inteligencia, actores políticos que protagonizaron atropellos y robo.

Por oposición rescató que en el presente hay independencia de poderes. El valor de la democracia. A Cristina Kirchner pedirle a la Corte una acción Declarativa de Certeza para que el Senado pueda trabajar en forma remota, dijo que era contundente. Señaló que se lo ve al Presidente Alberto Fernández encargándose de la salud pública y la renegociación de la deuda y a la Justicia que no tiene una Oficina Anticorrupción que tuitea. Destacó que hoy tenemos instituciones serias. Y planteó Gregorio Dalbón, que el resurgimiento de «Stornelli de fiscal es como cuando se tapa un inodoro y rebalsa la materia fecal».

-¿Como hombre del Derecho qué sensación le deja que Stornelli haya resucitado yendo contra el titular de la Oficina Anticorrupción, las expresiones del ex titular de la UEI Amia,Mario Cimadevilla, o la connivencia de la justicia con organismos de inteligencia?

-La imputación de Carlos Stornelli a Félix Croux y la invitación a una conferenciara en la UBA al Doctor Sergio Moro y las cuestiones que tienen que ver con espionaje y con la Justicia mezclada con servicios de inteligencia, son los residuos patológicos del law fare. Stornelli es un residuo patológico del law fare porque fracasó, sin bien han trabajado duramente cuatro años a través de servicios de inteligencia, y otros que no lo eran, como en el caso de Sebastián D´alesio. O a través de periodistas como Daniel Santoro, y de políticos como Patricia Bullrich y Laura Alonso, o el mismo Mauricio Macri que intentó comandar una mesa judicial, no pudieron. El fin de esta situación que llamamos law fare, que sucedió en Brasil, Paraguay, Ecuador y en Bolivia, venía a suceder en Argentina pero fracasó por Cristina Fernández de Kirchner, no han podido triunfar, era el último país que les quedaba para que Latinoamérica sea el patio trasero de los Estados Unidos. Fue la inteligencia política de la expresidenta la que permitió un frente de unión del peronismo y creo que nos salvamos de mantener un gobierno que nos llevó a un endeudamiento a tal punto que, Alberto Fernández siempre manifestó que había sótanos de la democracia que se debían terminar. Tampoco que los servicios de inteligencia dependan de la justicia ni esta de los servicios de inteligencia. Por su lado, Cristina dijo que tenía que haber otro «nunca más», el de endeudamiento y fuga. Lo que veo hoy, son los residuos patológicos de una posibilidad que quisieron tener, comandada por Mauricio Macri, Garavano, y el fiscal Maiques, Angelici, el operador judicial Pepín Simón, el fallecido juez Claudio Bonadio, Martín Irurzun, algunos personajes siniestros como Stornelli que se ufanaba de que le quedaban pocas sortijas para que hablen mal de Cristina y extorsionar a empresarios y funcionarios públicos.

-¿Entonces?

-Que resurja Stornelli como fiscal es como cuando se tapa un inodoro, es cuando comienza a rebalsar la materia fecal, que está castigando al poder judicial. Todos ellos no representan a la Justicia es una parte mínima. El Poder Judicial tiene un valor preciado para la sociedad, es el poder al que recurre cuando tiene un problema. Es el poder más importante para el ciudadano. Sin Justicia no hay democracia. Hoy mantienen su cargo porque en el mundo hay una pandemia, porque se tiene que estar encima de esa situación que afecta la salud de los argentinos y Alberto Fernández decidió tener como política de Estado, la salud pública y dentro de ella quedó relegado para el momento oportuno el nombramiento de un Procurador, que no sea interino y que no sea un cómplice y encubridor como es Casal.

-Usted ratifica que se trata de un libro con distintos capítulos en el que los actores cumplen un rol. Que mencione el patio trasero significa que hay un diseño internacional que impacto en Argentina para sojuzgar las políticas del pueblo, como también mellar y destruir a quienes expresan la voluntad de ese pueblo.

-Tanto eso, como quedarse con los bienes más preciados de la naturaleza, no dieron puntada sin hilo, la embajada de Estados Unidos dio clases de moral a los jueces federales, donde dieron clases a Sergio Moro y a todo lo que fue la injusticia que padeció Ignacio Lula Da Silva y lo que pretendían que padezca Cristina y su familia. Fue para socavar una expresión popular de un sentido populista, peronista o nacionalista. Nos quisieron colonizar. Lo que hacen con Brasil. No hay peor ciego que quien no quiere ver.

-Algunos actores como gerentes intentaron beneficiarse haciendo daño, ¿en este dispositivo internacional a ellos solo les interesaba el lucro?

-Sin duda, lo llevaron a la práctica con el blanqueo, con endeudamiento y maniobras que hoy pasan desapercibidas pero que fueron tremendas. Como convenían de que el peso valga cada vez menos. Devaluaron de una manera que solo se enriquecieron ellos, cada devaluación era para hacerse ricos los que tenían empresas a costa de los que trabajaban. Vinieron con un plan sistemático de fuga de deuda y de robo.

-¿Y…?

-Ahora están huyendo como ratas porque saben que sin ministerio de la venganza, sin socavar sus derechos como hicieron ellos con Cristina, dentro de un Estado de Derecho y con jueces probos no hay forma que puedan sortear que se los investiguen dentro del marco del Derecho y que en algún momento esas investigaciones tengan una condena, saben que cometieron delito. Y que serán juzgados sin venganza. Porque si algo caracteriza a este gobierno es el nunca más de los militares, como es el caso de las Madres e Hijos que jamás estuvieron con la venganza, siempre fue Memoria, Verdad y Justicia.

-Cuando usted dice que hay un bien preciado para la Justicia, hubo situaciones en las que se vivió la iniquidad, el sojuzgamiento y la conculcación de Derechos y sin embargo, siendo que no es toda la Justicia igual porque faltaron fiscales para interceder en favor de los ciudadanos

-Porque fue manejado el Poder Judicial como parte del Poder Ejecutivo, ambos eran uno solo. Garavano era Macri, es así.

-¿Se infundió terror y miedo?

-Claro. Y además del miedo, Mauricio Macri lo relató así en televisión, cuando decía, «esto no era lo que habíamos convenido» en referencia a dos empresarios que fueron presos. Cuando se le dio por poner jueces en la Corte Suprema de Justicia por decreto; que hizo salir el pueblo a la calle para enseñarle derecho constitucional. Vinieron a llevarse por delante la democracia, que lo hicieron y entre esas cosas la Justicia.

-Caso Carzoglio, Rozansky, Arias …

-Son operaciones que tenían que ver con el amigo de Macri, que es Arribas, con lo que era Stiusso, que sigue operativo en algunas cuestiones de la Justicia Federal y operaciones que fueron desafectadas a partir de la asunción de Cristina Camaño. No tengo la menor duda que hizo el Poder Judicial de Mauricio Macri, que no lo podría haber hecho sin la cobertura de las operaciones de inteligencia. Nunca en ningún país del mundo hubo una presidenta de la Nación que tenga nueve asociaciones ilícitas, siete pedidos de prisión preventiva y siete pedidos de desafuero sin la ayuda de un servicio de inteligencia. Se metieron con la vida de Héctor Timerman que no les importó que pudiera hacer lo último que le faltaba, un tratamiento experimental para su cáncer, no les importó absolutamente nada. El plan era llevarse por delante todo lo que había en Argentina, lo institucional, lo comercial y lo financiero. Cuando esto pase tendrán que empezar a devolverlo.

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