Tras siete días de no tener ninguna novedad acerca del submarino «ARA San Juan» que partió el lunes 13 de noviembre desde Ushuaia con destino a Mar del Plata, los familiares de la tripulación criticaron el protocolo con que se inició la búsqueda.

Este miércoles, y al cumplirse una semana de la última comunicación que tuvo el submarino con la base naval Mar del Plata, algunas de las familias de los 44 tripulantes, expresaron su dolor y dijeron que esperan que ocurra un milagro, pero además criticaron el protocolo de búsqueda.

«¿Por qué no lo empezaron a buscar por abajo? Están buscando un submarino, no un barco», dijo Horacio Ibáñez, hermano de uno de los tripulantes, que además comentó: «No voy a ser optimista sabiendo de qué labura. Entiendo que es una profesión de riesgo».

Ante la prensa, el hombre se mostró desesperanzado y expresó que para él, el submarino está «desde un principio en el fondo del mar» y que cree que está en «el lugar en el que se perdió la comunicación».

«¿Y si el submarino está más abajo de lo que dicen y ellos suponen que tiene que estar arriba? Acá no hay medios para buscarlo abajo», sentenció.

En tanto, Lourdes Ledesma, esposa de uno de los tripulantes, al referirse a las versiones que indicaban que el submarino salió al mar y no estaba en condiciones, explicó que «hay gente que se pone muy nerviosa, pero realmente la familia naval, los que conocen a los submarinistas y conocen el submarino, saben que ha salido en perfectas condiciones».

Ledesma contó además que en la Base Naval de Mar del Plata las familias están unidas y que los compañeros de su esposo de la Armada están «destrozados».

«Hay que confiar, tener fe y rezar», indicó la mujer, que comentó que su marido estuvo dos veces en Haití, con huracanes, y que estuvieron una semana y media sin comunicarse, y que además viajó a la Antártida, donde comunicarse no es tan fácil.

El vocero de la Armada dijo: «Al momento no tenemos ningún rastro del submarino”