La expresidenta Cristina Kirchner regresó esta noche a Buenos Aires para declarar el próximo miércoles en la Justicia en el marco de la causa en la que se encuentra imputada por la venta de dólares a futuro, y miles de militantes y dirigentes kirchneristas la aguardaron en una importante bienvenida en el Aeroparque Metropolitano.

Minutos antes de las 22.00, la nave de Aerolineas Argentinas arribó a la estación aérea, y la expresidenta se dirigió desde el sector de arribos hacia el playón donde se confundió con la multitud.

Luego de permanecer cuatro meses en la ciudad patagónica de El Calafate, la exmandataria abordó el vuelo de línea número 1893 que aterrizó a las 21.58 en la Ciudad de Buenos Aires, desde donde se trasladó a su departamento del barrio porteño de Recoleta.

Tanto en la salida desde la ciudad turística, como en la puerta del hall central del Aeroparque, y de su domicilio porteño era aguardada por simpatizantes y militantes kirchneristas.

Como anticipo de la multitudinaria concentración convocada para el próximo miércoles en los tribunales de Comodoro Py, donde debe declarar por la mañana, entre 8 mil y 10 mil militantes de distintas agrupaciones kirchneristas, y dirigentes que acompañaron su gobierno, se concentraron esta noche en el playón del estacionamiento de la aeroestación porteña para darle la bienvenida.

Un paro de personal de la empresa prestadora de los servicios de remises que usa el personal de vuelo generó además demoras y cancelaciones y contribuyó al caos general en el aeroparque de la ciudad.

Entre los militantes  que la aguardaban había banderas de La Cámpora, de Nuevo Encuentro, Kolina, Partido Comunista Congreso extraordinario, el peronismo de Avellaneda con el intendente Jorge Ferraresi a la cabeza; La Martín Fierro, Solidaridad e Igualdad, Movimiento Evita, Miles de Luis Delia, Movimiento Octubre, de los radicales de Los Irrompibles y de la cibermilitancia «Resistiendo con Aguante»: todos ellos se agolparon en el sector de arribos, donde se montó un operativo especial de seguridad y luego se desplazaron hacia el playón, donde se preveía iban a tomar contacto directo con Cristina.

En declaraciones a NA, el líder de La Cámpora, Andrés «Cuervo» Larroque, señaló que «el liderazgo de Cristina hoy se potencia porque ahora mucha gente puede comprender lo que se hizo en este país durante doce años y medio, cuando contrasta con la política que está aplicando el macrismo».

Larroque también señaló que «la imagen de Cristina es una bocanada de aire para la gente que la está pasando mal» y denunció que «hay una persecución política contra todo un conjunto de compañeros».

«En particular se centra en la figura de Cristina, por la incapacidad que tienen los poderes concentrados y la oligarquía en dar una respuesta al país», apuntó el dirigente, encabezando la movilización de La Cámpora en bienvenida a su líder.

A su turno, Sabatella señaló que «lo que hay es una estrategia de la derecha, del partidojudicial, del partido mediático para lesionar el liderazgo de Cristina y atacar el proyecto nacional que fundó Néstor y que lidera la expresidenta».

Consultado por la causa en la que se investiga la presunta responsabilidad de Cristina en una maniobra por la venta de dolar a futuro, el lider de Nuevo Encuentro sostuvo que «refleja el temor de la derecha por la vigencia del liderazgo de Cristina».

«Le temen por la relación profunda que tiene Cristina con el Pueblo», sentenció, a la vez que advirtió que «si se perjudicó alguien, porque hubo devaluación tendrían que citar (al actual presidente Mauricio) Macri y no a Cristina».

También se pudo ver en el lugar al exsecretario de la Presidencia Oscar Parrilli; la exministra de Cultura Teresa Parodi, el secretario de Estado de Derechos Humanos de Santa Cruz, Horacio Pietragalla; la diputada Mayra Mendoza, el dirigente radical Leopoldo Moreau, el extitular de Aerolineas Argentinas, Mariano Recalde y Tristan Bauer.

También se encontraban el exministro de Trabajo Carlos Tomada,, Liliana Massure, el extitular del Afsca, Martín Sabatella, su mujer, la diputada Monica Macha, y Mayra Mendoza de La Campora.     «La causa que inventó (el juez Claudio) Bonadio es descabellada, en primer lugar porque no es materia judiciable. Si fuera así, con cualquier decisión que adopte cualquier gobierno podría caer con la misma circunstancia. Ademas hay una manifiesta animadversión y deseo de venganza de un juez que busca notoriedad», señaló Moreau.