La expresidenta habló en el Senado este jueves durante una reunión con denominados curas villeros, Curas en opción por los Pobres hermanas, religiosas y laicas. Mientras que jueza Capuchetti rechazó excarcelar a Agustina Díaz.

La vicepresidenta también mencionó la posibilidad de lograr un «acuerdo mínimo» con quienes «piensan distinto» para avanzar en la «reconstrucción» de la «economía» de la Argentina.

Conmovida, durante una reunión de unos 45 minutos que compartió a puertas cerradas con curas villeros en el Salón de las Provincias de la Cámara de Senadores, la Vicepresidenta dijo: «Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente».

Durante un discurso de poco más de media hora, la titular de la Cámara alta señaló que su deseo era que su «primera actividad pública fuera de un despacho se hiciera con ustedes», porque «si tenía que agradecerle a Dios y a la Virgen lo tenía que hacer rodeada de curas con opción por los pobres, con curas villeros y con hermanas laicas y religiosas».

«Quería estar con ustedes porque, estando con ustedes, estoy un poquito más cerca de Dios y de la Virgen», subrayó para, luego, parafrasear al papa Francisco: «Por favor, recen mucho, mucho por mí, porque lo necesito».

En el encuentro, del que participaron integrantes del interbloque del Frente de Todos, como el neuquino Oscar Parrilli, la formoseña María Teresa González, el entrerriano Edgardo Kueider y el puntano Adolfo Rodríguez Saá, la vicepresidenta se refirió al atentado y a la posibilidad de avanzar en un acuerdo en temas económicos con la oposición.

«Me hubiera gustado estar el otro día en la Basílica de Luján, pero iba a haber mucha seguridad y no quería entorpecer con mi presencia lo que era un momento muy especial», destacó, en referencia a la misa que se ofició el pasado sábado, diez días después del atentado perpetrado por Fernando Sabag Montiel.

La Vicepresidenta indicó que, al otro día del intento de asesinato, recibió un llamado del papa Francisco en el que, según contó, el jefe de la Iglesia católica le dijo que «los actos de odio y violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y violencia».

«Primero son las palabras y luego ese clima va creciendo y creciendo», denunció Fernández de Kirchner.

 

Díaz seguirá detenida

La jueza federal María Eugenia Capuchetti denegó este jueves la excarcelación a Agustina Diaz, la tercera detenida de la causa en la que se investiga el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, informaron fuentes judiciales.

El pedido de excarcelación, rechazado por «riesgos procesales», había sido solicitado el miércoles por los dos abogados particulares de Díaz, Javier Molina y Marcelo Herrera, al finalizar una declaración indagatoria de dos horas de la imputada.

Asimismo, Díaz quedó bajo la lupa de la justicia luego de que los investigadores detectaran que Brenda Uliarte, una de las principales sospechosas de la causa, había conversado con ella sobre las formas posibles de atacar a la vicepresidenta, argumentaron fuentes judiciales.

Explicaron, que esas comunicaciones les fueron exhibidas a la imputada en el marco de la declaración indagatoria en la que buscó despegarse del hecho al afirmar que nunca tomó en serio lo que le decía Uliarte, a quien definió como «fabuladora».

Indicaron, que Uliarte se presentó como la novia de Fernando André Sabag Montiel, el hombre que le apuntó a la cabeza a la vicepresidenta con una pistola Bersa calibre .32 que tenía cinco balas en el cargador.

Fuentes judiciales señalan, que las conversaciones entre Uliarte y Díaz revelan que desde hacía tiempo venían planificando el atentado y que habían fracasado en una tentativa anterior.

«Mandé a matar a Cristina, no salió porque se metió para adentro», dice un mensaje de Whatsapp que Uliarte le mandó a Díaz el 27 de agosto de este año, según surge del expediente judicial y de la prueba que este jueves se le exhibió a la tercera detenida del caso.

Agrega «una bronca, te juro la tenía ahí. Los liberales ya me tienen re podrida yendo a hacerse los revolucionarios con antorchas en Plaza de Mayo, basta de hablar hay que actuar. Mandé un tipo para que la mate a Cristi», le dijo Uliarte en el mismo intercambio.

Los diálogos en ese tono habían comenzado bastante tiempo antes y se prolongarían hasta después de que Sabag Montiel fracasara en la intentona magnicida del pasado 1° de septiembre, oportunidad en la que Díaz le indicó a Uliarte que borrara de su teléfono todo lo que pudiera vincularla al ataque.

En otro de los mensajes dice «Che, pero qué onda que falló el tiro? No practicó antes o le falló la adrenalina del momento? Vos dónde estás? No sería conveniente que vayas a tu casa?», le preguntó Díaz a Uliarte el 2 de septiembre.

«En lo de una amiga. No boluda, andá a saber si me allanan», le respondió Uliarte, a lo que Díaz le devolvió, en cuatro mensajes consecutivos: «Tenés que deshacerte del celular. Y cambiar el número. Borrar tu cuenta, todo».

«Mandé a matar a Cristina, no salió porque se metió para adentro»

En aquellos intercambios, incluso, Uliarte le confirmó a Díaz que tenía un arma y hasta le mandó fotos, algo que fue confirmado durante la indagatoria por la propia imputada, afirmaron investigadores.

Por estas horas, solo una parte del expediente judicial en el que se investiga el intento de magnicidio se encuentra bajo secreto de sumario, según confirmaron fuentes de investigación que encabeza la jueza Capuchetti, y en la que interviene el fiscal Carlos Rívolo.

Por otra parte, a media mañana de este jueves, fuentes de la investigación negaron que sea Agustina Díaz la joven que aparece en una imagen difundida por un canal, tomada por una cámara durante una de las manifestaciones en apoyo a la vicepresidenta frente a su casa del barrio porteño de Recoleta.

Por otro lado, la Justicia allanó en la noche del miércoles la casa del cuarto detenido en el caso, el supuesto líder de la denominada «banda de los copitos», Nicolás Gabriel Carrizo, quien será indagado este viernes por la mañana luego de un análisis de su teléfono celular que reveló evidencia que lo comprometería.