La presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó hoy el plan nuclear lanzado por el ex presidente Néstor Kirchner en 2004, luego de décadas de parálisis del sector, y señaló que esos «son los hombres que quedan en la historia».

«Perón lanzó Atucha I, una hoja después de este libro, lo tienen a Néstor Kirchner lanzando nuevamente un plan nuclear para la Argentina. Estos son los hombres que quedan en la historia, los otros apenas se agotan en cinco minutos de televisión, o una página de diario», dijo Cristina desde la central nuclear, que ahora comenzará a producir energía al tope de su capacidad.

Además, destacó que la Argentina ha desarrollado “autonomía nacional en un recurso estratégico como es la energía” y aseguró que eso molesta a otros países que, por sus intereses particulares, “prefieren una argentina sin plan nuclear, que no se desarrolle en el campo científico y de bajos salarios y mano de obra barata”.

“Hemos desarrollado autonomía nacional en un recurso estratégico como es la energía, no solo (en materia de) ciencia y tecnología”, sostuvo la mandataria durante el acto realizado en la localidad de Lima, partido de Zárate, en el que se celebró la habilitación de la generación de energía, al ciento por ciento, de la central nuclear Néstor Kirchner (Atucha II).

Durante su discurso transmitido por cadena nacional, la mandataria indicó, entre otros datos, que hoy el Estado argentino es propietario del 45 por ciento del sistema energético nacional y que la propiedad en manos de privados extranjeros se redujo del 80 al 23 por ciento.

Otro de los datos vertidos por la jefa de Estado fue que la Argentina regresó al “selecto grupo de once países que pueden producir uranio enriquecido”, algo que, aclaró, “este país hace con fines pacíficos”.

La mandataria destacó también que la Argentina integra una “zona de no proliferación nuclear” y enfatizó: “No le ponemos bombas nucleares a nadie, ni amenazamos”.

Fue en ese contexto que Cristina destacó la “autonomía” alcanzada por la Argentina en materia energética y alertó sobre la posibilidad de que ese proceso quiera ser interrumpido por intereses extranjeros.

“Piensen como piensen -le dijo a los argentinos-, se ubiquen como se ubiquen, no seamos ingenuos. No estamos aislados. Este es un mundo de intereses cruzados. Recuerden a quienes clausuraron el proyecto energético en la Argentina en los 90. Abran los ojos”.

«Que no nos trasladen conflictos que no nos son propios. Nuestra idiosincracia, nuestras costumbres, nuestros ideales son las de un país pacífico, donde conviven distintas religiones, etnias, somos todos hijos de inmigrantes», enfatizó.

Seguidamente, señaló que «hoy se mueven en el mundo fuerzas que están a la vista de todo el mundo» y que «pretenden instalar conflictos donde no están». Y advirtió que «no podemos permitir que nos trasladen conflictos o que intenten enfrentarnos a los argentinos».

Y continuó: “Es un mundo de intereses que quieren que unos estén subordinados y los otros mandarlos. Este gobierno no permite que nadie le marque la cancha. Por eso ayer nuestro canciller mando dos cartas, no queremos que no nos trasladen conflictos que no nos son propios. Nuestros ideales son la de un país pacífico”.

Las dos cartas a las que se refirió la Presidenta fueron las que Héctor Timerman mandó ayer a Estados Unidos e Israel en la que, textualmente, sostuvo que “el pueblo argentino no tiene que tolerar, y mucho menos sufrir, que su país sea un teatro de operaciones políticas, de inteligencia, o peor aún, de hechos y acusaciones más graves por conflictos que le son completamente ajenos a su historia, a su idiosincrasia y sus costumbres”.

En la misma carta, el canciller manifestó la preocupación de la Argentina por las divergencias entre Estados Unidos e Israel sobre un acuerdo que en materia nuclear entre los miembros del consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania y la República Islámica de Irán.

Sobre el final del acto, afirmó que «mientras haya un pobre en la patria, estaremos en deuda con los argentinos» y dijo que seguirá trabajando hasta el último día de su mandato en «seguir la tarea de cambio» que inició Néstor Kichner.

«Trabajar, trabajar y trabajar para seguir cambiando. Mientras haya un pobre en la patria, estaremos en deuda con los argentinos y mientras estemos en deuda, la política tiene que seguir comprometida con los intereses del pueblo»