Por David Narciso

El fallo que absolvió a los tres acusados de matar al jefe de la banda de Los Monos perforó las paredes de Tribunales y sembró de espinas la relación entre jueces y poder político santafesinos.

Funcionarios y legisladores cuestionaron en público la resolución. El ministro de Justicia, Ricardo Silberstein, insinuó “ingenuidad” de jueces que “no contextualizan la gravedad del narcotráfico”.  Los magistrados reaccionaron con un comunicado de rigor que clama por resguardar la independencia del Poder Judicial. Fuera de esas formalidades, el ambiente está caldeado. En la política en general hay mucho enojo con los tres integrantes del tribunal que absolvió a Luis Bassi, Milton Damario y Facundo Muñoz. En la vereda de enfrente se achaca a funcionarios y legisladores moverse por las necesidades de la opinión pública sin siquiera conocer los fundamentos de la resolución que dejó boquiabiertos a todos, incluidos los imputados.

Todo se disparó con el posicionamiento del gobernador y de legisladores del oficialismo y la oposición que cuestionaron la decisión de los jueces Mas Varela, Manfrín y Kesuani. Fue una especie de señal unívoca hacia el Poder Judicial. Si bien hay coincidencias en que la instrucción de la causa no fue la ideal, se confiaba en que el trabajo de la fiscalía alcanzaba para condenar a los acusados (de los cuatro sólo uno fue penado, por la mitad de lo solicitado, por un delito menor). Eso dijo Miguel Lifschitz: “Nadie esperaba ese fallo porque era una causa emblemática, había muchos elementos» para condenar a los imputados.

El Colegio de Magistrados, algo así como el gremio de los jueces, reaccionó de inmediato. Le recordó que “los contenidos de las decisiones judiciales se sustentan en la ley y en la prueba incorporada a los procesos, no siendo oportunas las valoraciones genéricas que no toman en cuenta tales elementos de fundamentación”. Está previsto que los fundamentos por los que los jueces decidieron absolver por el beneficio de la duda razonable se hagan públicos recién este jueves.

Las primeras facturas

Las cosas no quedaron ahí. El lunes, el ministro de Justicia convocó a una conferencia de prensa a primera hora para anunciar un paquete de leyes que fue a la Legislatura. El primero le quita a la Procuración de la Corte todas las causas penales del anterior sistema procesal, es decir abiertas antes del 9 de febrero de 2014 como la que investigó el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, que estaba previsto que fueran a archivo pero siguieran bajo su órbita. El ministro se encargó de recalcar que la Procuración contaba con menos recursos pero también “estructuras menos calificadas”. La ley aparta al procurador Carlos Barraguirre de la posibilidad de decidir el archivo o apertura de miles de causas que llevan años y la cede al Ministerio Público de la Acusación, el organismo que en breve dirigirá el fiscal Jorge Baclini.

Llamado de atención

Un segundo proyecto de ley expuso una situación muy antigua que popularmente es interpretada como un privilegio de los jueces. Reforma el artículo 213 de la ley orgánica del Poder Judicial que exceptúa a camaristas y ministros de la Corte de ir todos los días a Tribunales a atender el despacho y sólo obliga a dos veces por semana para las reuniones de acuerdo. Silberstein lo explicó así: “Los camaristas al igual que el resto de los funcionarios y magistrados deben ir todos los días a tribunales de modo de cumplir mejor y con mayor compromiso su labor”.

Llovieron llamados desde teléfonos de magistrados a funcionarios. Se reprochó que la Corte ya emitió acordadas en el mismo sentido y que hubo reuniones donde se dejó claro que los camaristas deben concurrir todos los días.

Conclusión consultó a Ángel Angelides, vicepresidente del Colegio de Magistrados: “Hoy los camaristas venimos todos los días a Tribunales y eso es lo que corresponde”. Sí admitió la existencia de unos “muy pocos colegas” que, dentro de los que establece la ley actual, “prefieren cumplir sus funciones y su carga de trabajo desde la casa”.

Si bien sobre estos temas hay opiniones divididas, a nadie en Tribunales le pasó desapercibido que el Ejecutivo haga público este proyecto coincidiendo con la absolución de personajes acusados de narcos y sicarios y mientras en las pantallas de TV se repite la sonrisa burlona de Facundo Muñoz tras escuchar el fallo. El impulso de una ley que explicite que los camaristas tienen que ir a su trabajo todos los días no hizo más que sobreexponer uno de los flancos débiles de la magistratura.

Marcada de cancha

En esa misma conferencia de prensa, Silberstein aprovechó para marcar la cancha sobre lo que el poder político espera de los jueces en materia de delitos vinculados al negocio del narcotráfico.

  • Crítica a las interpretaciones de jueces penales. “El hecho de que el homicidio agravado, que es el delito más grave, en general tenga un promedio de pena 12 o 13 años en Santa Fe, que con dos tercios de cumplimiento son 8 años de cárcel efectiva, yo puedo decir con un criterio interpretativo que muchos otros países democráticos no lo hacen”. “Una cosa es el principio de inocencia y otra cosa es el alcance que se le da a la interpretación de la prueba. Con ese criterio, a nivel internacional uno se puede encontrar un escritor como David Irving que decía que como no hay una prueba escrita de que Hitler había mandado a matar en cámara de gas a los judíos eso no existía”.
  • Jueces ingenuos: “Se llega a plantear un nivel de simplicidad e ingenuidad en la interpretación de la prueba que generan impunidad. No podemos tener un Poder Judicial ingenuo que no contextúa y no tiene en cuenta la gravedad del problema que significa el narcotráfico”.
  • Infiltración narco: “Estuve con el fiscal de Guerrero, México. Decía que la política que tiene el narcotráfico es conseguir personas vinculadas que pretendan entrar en las estructuras del Poder Judicial, buscar familiares de magistrados que sean abogados para que participen de las defensas. Si el Poder Judicial y la política no somos claros, con el poder económico que tienen estamos siendo ingenuos. El gobernador y yo tenemos muy en claro esto”.