Con la presencia de 147 diputados se inició este mediodía la sesión especial impulsada por el oficialismo para tratar el proyecto de ley del gobierno para habilitar el pago de la deuda a los fondos buitre y holdouts.

A los diputados de la coalición Cambiemos -que integran la UCR, el PRO y la Coalición Cívica ARI-, se sumaron sus pares del massismo y del bloque justicialista cuyo referente es Diego Bossio y así el oficialismo logró superar el número de 129 legisladores sentados necesarios para iniciar la sesión.

Habiendo tomado nota del quórum los diputados del bloque del Frente para la Victoria que se rehusaban a contribuir al inicio de la sesión ingresaron al recinto: primero lo hicieron los diputados Maurice Closs y Luis Sigogna, para minutos más tarde hacerlo el presidente de la bancada Héctor Recalde. Todos ellos con banderas argentinas en las manos.

La Cámara de Diputados comenzó a sesionar pasadas las 12.25 para debatir el proyecto de normalización de la deuda pública impulsado por el Poder Ejecutivo, que busca poner punto final al litigio con los fondos buitre.

La sesión especial, la primera del año parlamentario, se inició con la presencia de 147 diputados, y para reunir el quórum el oficialismo contó con los legisladores propios de Cambiemos, los bloques del Frente Renovador, el Bloque Justicialista y el Partido Socialista, entre otros.

Habiendo tomado nota del quórum los diputados del bloque del Frente para la Victoria que se rehusaban a contribuir al inicio de la sesión ingresaron al recinto: primero lo hicieron los diputados Maurice Closs y Luis Sigogna, para minutos más tarde hacerlo el presidente de la bancada Héctor Recalde.

En la sesión especial de hoy está previsto tratar como único tema la denominada Ley de Normalización de la Deuda Pública y Acceso al Crédito Público enviada por el gobierno de Mauricio Macri.

Esa iniciativa -que será debatida durante unas 20 horas- tiene como fin derogar las leyes Cerrojo y De Pago Soberano para saldar la deuda en default con los fondos buitres y holdouts, por unos 12.000 millones de dólares.

Por parte del oficialismo, el titular de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, comenzó indicando que la decisión gubernamental responde al cumplimiento de una promesa de campaña de Mauricio Macri, y «la situación heredada, una derrota judicial, la república en desacato, que llevó a una pérdida de prestigio y debilidad negociadora ante los acreedores externos» es la causante de esto. «El gobierno anterior comenzó a construir un puente y se quedó a mitad de camino», disparó finalmente.

En contraposición, el diputado del Frente para la Victoria y ex ministro de Economía, Axel Kiciloff, dijo que no se están pagando «sentencias firmes», y afirmó que «ya han aparecido acreedores del 93% diciendo que van a apelar». «¿Qué más pruebas quieren de que esto está en el aire?», preguntó a los presentes, y agregó:  «No nos entreguemos así a los buitres. Es un proyecto para pagar una enormidad y con riesgos. ¿No es esta la vuelta al FMI encubierta?».

Finalmente pidió a sus pares que no voten «apurados por Singer, Griesa o los desastres que pueden venir», y que hubieran «acompañado al gobierno si el acuerdo era para defender nuestros intereses». «Este es un mal acuerdo que se negoció apurado», concluyó.