Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

La economista e investigadora, Ana Rameri, especialista en renta básica universal, dialogó con Conclusión y explico que la acuciante realidad que padecen algunos sectores de la población constituye una causa fundada para que el gobierno nacional avance con medidas tendientes a garantizar un ingreso. 

Para Rameri, el advenimiento de la pandemia dejó en evidencia «las enormes desigualdades» del sistema económico argentino, porque «el proceso económico no resolvió las condiciones materiales de vida de la población».

La investigadora expresó que esta realidad fue la que impulsó a un grupo de «trabajadores y grupos sociales, plantear la necesidad obtener ingresos por fuera del mercado de trabajo que se va complejizando para garantizar una vida digna». 

En el mismo sentido, apuntó que «esta situación, ubica al gobierno en la decisión de poder sostener, además de la post pandemia, ingresos para la población», sin embargo Rameri precisó que hasta el momento se «viene instrumentando, y en línea de garantizar ingresos, todavía estamos un paso atrás, insuficiente en el sentido de que hay un conjunto de trabajadores y trabajadoras que precisan un ingreso para atravesar una circunstancia extraordinaria, a causa del parate de la economía».

Ana Rameri

La propuesta del Instituto de Pensamiento y Políticas Pública, es aplicar «una renta básica de emergencia de carácter universal, para la población de entre 18 y 65 años que no posee un salario, y que sea equivalente a los 17 mil pesos», es decir, «un salario mínimo vital y móvil», y que se «complemente con una efectiva universalización  de las asignaciones familiares por hijo». 

Ana Rameri, refrescó que la denominada Renta Básica Universal se fue instalando con fuerza en distintos países del mundo.

En relación a la evolución de los sistemas productivos, y la importancia del conocimiento en este proceso, la economista señaló que «se vuelve imperioso que «la fuerza de trabajo logre garantizar condiciones de vida dignas para luego poder insertarse en un mercado de trabajo», y lograr grados de autonomía y libertad que les permita elegir en qué condiciones trabajar». 

Por otra parte, la especialista focalizó que el ingreso o renta básica universal es un criterio de justicia redistributiva, ya que se convierte en la respuesta más eficaz «para resolver los problemas de pobreza e indigencia», al tiempo que agregó que se está ante la transformación en el mundo del empleo».

Rameri  precisó, que la económica tiene caídas récord, «la construcción que es uno de los sectores de los principales sectores generadores de empleo tiene una caída del 75 por ciento interanual, una espiral depresiva en la actividad económica que requiere de una intervención decisiva en materia de ingresos».

En la misma línea, abundó que «la función primordial de una renta básica de emergencia es la de poder separar lo que es la esfera de la reproducción social, es decir, lo que garantiza nuestra existencia en relación al proceso de acumulación y valorización del capital o del esquema de negocios que hoy está parcialmente parado, eso es indispensable para atravesar la cuarentena sobre todo en el marco de un mercado laboral como el argentino que tiene niveles de precarización e informalidad laboral, que alcanzan prácticamente en la mitad de la fuerza de trabajo».

Respecto de financiamiento, y de cómo afectará los ingresos del Estado, Rameri, reveló que calcula que será del  «orden del 3% del producto bruto, y que algunos cálculos con un impuesto a la riqueza el estado puede hacerse de ingresos». 

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