La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos durante una reunión, por 93 intenciones a favor, incluyendo el voto positivo de la Argentina, 24 en contra y 58 abstenciones.

La decisión se tomó apenas días después de que imágenes de civiles asesinados en la localidad ucraniana de Bucha aparentemente por tropas rusas estremecieran al mundo, en la continuidad de la ofensiva militar ordenada por Moscú en su vecino país tras la invasión del 24 de febrero pasado.

En lo que es el borrador de la resolución, la Asamblea General informó que suspendería la «membresía en el Consejo de Derechos Humanos de un miembro del Consejo que» los viole de manera grave y sistemática.

El documento agregaba que el consejo está «gravemente preocupado» por los reportes de «violaciones y abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos» y «violaciones del derecho internacional humanitario» cometidas por la Federación Rusa durante su invasión de Ucrania.

Se necesitaba que dos tercios de la Asamblea General votaran a favor para retirar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y se logró, con el respaldo incluso de la Argentina.

Según la resolución, la votación suspende los derechos de membresía en el Consejo de Derechos Humanos de la Federación Rusa y decide revisar el asunto, según corresponda, informaron medios de prensa internacionales.

Entre los estados que votaron en contra, de los 193 países que componen la Asamblea General, figuran Bolivia, Cuba, Nicaragua, China, Irán y Corea del Norte, en tanto Venezuela perdió su derecho a sufragar y Brasil se abstuvo, a diferencia de Chile, Uruguay y Paraguay que se manifestaron en favor de la suspensión de Rusia del consejo.

La resolución fue presentada por el embajador de Ucrania: «Votar ´no´ significa apretar el gatillo y mostrará un punto rojo en la pantalla que es de la sangre de los inocentes. Esa imagen de los puntos sangrientos estará con ustedes y con todos nosotros mientras la memoria no nos falle», dijo Sergiy Kyslytsya.

A su turno, el embajador adjunto ruso ante la ONU, Gennady Kuzmin, tomó la palabra este jueves y rechazó «las acusaciones falsas», «basadas en eventos escenificados y en falsificaciones ampliamente difundidas».

«Hoy no es el momento de hacer teatro. El borrador de resolución no tiene relación alguna situación de derechos humanos en el terreno. Lo que vemos es un intento de Estados Unidos de mantener su dominio colonial sobre los derechos humanos y las relaciones internacionales», dijo Kuzmin.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas- Greenfield, defendió por su parte la decisión: «Rusia no debería tener una posición de autoridad en un organismo cuyo propósito, cuyo propósito mismo, es promover el respeto por los derechos humanos. No solo es el colmo de la hipocresía, es peligroso. Cada día vemos más y más lo poco que Rusia respeta los derechos humanos», subrayó.

El ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, celebró la resolución en su cuenta de Twitter: «Los criminales de guerra no tienen cabida en los órganos de la ONU destinados a proteger los derechos humanos. Agradecido a los Estados miembros que apoyaron la resolución y eligieron estar del lado correcto de la historia».

Finalmente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó la decisión de la ONU y advirtió que Moscú «seguirá defendiendo sus intereses por todos los medios legales».