Cocineras y coordinadoras de comedores y merenderos comunitarios realizaron este miércoles una manifestación frente a la sede del Ministerio de Capital Humano de la Nación, ubicada en España 544, para reclamar alimentos que les permitan dar respuesta al crecimiento de la demanda de asistencia en los barrios de la ciudad.

«La última entrega fue en noviembre. De diciembre en adelante, ningún comedor ha recibido partidas de alimentos, aun con una ley que ampara que las personas puedan alimntarse. Eso no está llegando por una decisión política de la ministra (de Capital Humano, Sandra) Pettovello», advirtió el referente del Frente de Organizaciones en Lucha, Rubén Benítez, en declaraciones a Conclusión.

La protesta en Rosario se plegó a otras de similares características desarrolladas este miércoles en distintos puntos del país para regularizar la entrega de mercadería y garantizar el alimento a los vecinos de los barrios más empobrecidos por la escalada inflacionaria y la crisis económica.

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Según los datos aportados por los manifestantes, en total existen alrededor de 40.000 comedores y merenderos comunitarios que asisten a más de 4.000.000 de personas. «Hoy no están recibiendo su plato de comida. Por eso estamos con otras organizaciones que tienen la misma problemática», señaló Benítez.

A su turno, la responsable territorial de Libres del Sur en Rosario, Alejandra Amarillo, contó ante Conclusión que en la actualidad dichos espacios cocinan con algunas donaciones que les hacen los comerciantes de los mismos barrios donde funcionan los comedores, pero la suba de precios y la consencuente caída en las ventas de los negocios hacen cada vez más difícil el escenario, porque a los almacenes se les complica donar y las cocinaras deben cocinar con muy poca mercadería.

«Los comedores y las copas de leche son fundamentales en los barrios, porque las personas con mucha necesidad -no solo niños y adultos, sino también ancianos- buscan su ración de comida. Es lamentable cuando la olla queda vacía y hay que decirles que no hay más; que hasta ahí se llegó», expresó Amarillo.

Y resaltó: «Ya con el gobierno anterior no estaban llegando las raciones, pero encima la mercadería que llega es de muy mala calidad, es una vergüenza. Es una burla que el Estado no se haga cargo de dónde han llevado a los sectores populares».