La delegación Rosario del Ente Nacional de Comunicaciones recibió la noticia de que dos trabajadoras fueron despedidas. Ante ese hecho, en asamblea, desde la delegación decidieron el cese de actividades por tiempo indeterminado.

La medida se enmarca en una denuncia realizada por ATE este lunes a nivel nacional: 110 despidos en la sede del EnaCom, donde efectivos policiales impedían el ingreso a empleados.

Los trabajadores/as de la dependencia local del ente, emitieron un comunicado en el que consideran que «esta violenta situación a la que nos encontramos expuestos requiere de una reacción rápida y homogénea. No se puede tolerar que continúen exponiéndonos a situaciones laborales de riesgo, donde no sabemos si mañana nos toca a nosotros que nos llegue el telegrama de despido».

En otro tramo, el texto afirma: «en este contexto, iniciamos nuestro plan de lucha. Tenemos la firme convicción de que el empleo público tiene la finalidad de resguardar y garantizar los derechos humanos básicos de toda la ciudadanía, por lo tanto no podemos permitir que se nos denigre y se desvalorice nuestra labor cotidiana».

El comunicado hace referencia a los planes del gobierno de achicar el «gasto del Estado», recorte que parece haber comenzado por los empleados públicos.

El extinto Ministerio de Comunicaciones, pasó a la orbita de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra, designado también para ser el arquitecto de la poda estatal.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tambien el clima es tenso en la sede del organismo que regula las comunicaciones.

«Estamos acá en la puerta y esta la policía con listas», explicó el delegado gremial Alejandro Susinsky, quien precisó que «hay un listado con 110 despedidos que no dejan entrar al Enacom».

«Está la policía con una lista. Es vergonzoso», aseguró el gremialista.

«Esperamos que no haya ni un solo despido. Los despidos son arbitrarios, no hay ningún tipo de criterio», agregó Susinsky.

Además, surbayó: «Por un lado nos dicen que sobran 700 personas y entraron más de 700, como asesores, que cobran más de 50 mil» pesos.

El integrante de la Asociación de Trabajadores del Estado señaló también que se «están desmantelando áreas estratégicas» en el organismo.

«Hay gente que hace más de 20 años que trabajan para el Estado y vienen a trabajar todos los días. Antes hablaban de ñoquis y no lo pudieron mantener», dijo.