El ex gobernador Antonio Bonfatti publicó este jueves una carta abierta titulada “Un atentado que inventó agravios” al cumplirse el quinto aniversario del atentado a balazos a su casa. En el texto de dos carillas y media asegura que se trató de un mensaje mafioso para toda la dirigencia política y que desde entonces su vida y la de su familia cambiaron para siempre. “Aquello fue uno de los hechos de violencia política más graves que recuerde nuestra historia democrática. Y, sin embargo, significó para nosotros un calvario que se fue multiplicando por la especulación y el aprovechamiento sectorial”.

“La ráfaga furiosa de balazos implicó, no tengo ninguna duda, un mensaje mafioso para toda la dirigencia política santafesina decente, emitido por quienes intentaban advertirnos sobre los riesgos que implicaban darle continuidad a un proceso que desarrollamos en mi gobierno y que concluyó con una sentencia inédita y ejemplar para el país, contra organizaciones delictivas”, afirma en referencia al juicio contra la banda de Los Monos.

Desde octubre de 2013, el actual presidente de Diputados tiene custodia policial las 24 horas frente a su vivienda. En el último año se mudó, a una propiedad en la misma zona pero protegida con tapiales, por lo tanto no está  tan expuesta como la de Gallo y Darragueira que fue blanco del atentado.

“Tras la detención de un sospechoso …, la Justicia me pidió que identificara y reconociera al detenido como autor del hecho. Tal como lo expuse desde el primer momento, me resultó imposible reconocer a nadie, ya que mientras se efectuó el ataque yo me encontraba junto a mi mujer en el living de la casa viendo televisión y en ese momento sólo atinamos a tirarnos al suelo”. “Sin embargo –sigue Bonfatti– fuimos acusados falsamente por algunos dirigentes opositores y algunos medios, que señalaron que aquella imposibilidad de identificación implicaba el desistimiento de la acción de persecución a los culpables. ¿Cómo creyeron posible que identifiquemos como culpables a quienes no vimos disparar? ¿Cómo pretenden que mi esposa y yo pudiésemos ver a quienes dispararon cuando estábamos dentro de la casa?”.

“No sólo fuimos víctimas de aquel tremendo atentado, sino que con el correr de los meses, recibimos una serie de imputaciones públicas, interpretaciones mediáticas y manipulaciones políticas sobre nuestro accionar en sede judicial, que nos puso de manera infundada bajo el foco de la sospecha, multiplicando el agravio”, sostiene.

Entre los párrafos más relevantes de la carta, Bonfatti sostiene que luego “se agregaron otros atentados sutiles que dañaron, y continúan dañando, severamente nuestro honor y nuestro nombre”.

“Se instaló la infamia del “narcosocialismo”, y algunos legisladores mediáticos asociaron aquella balacera con un presunto vínculo de nuestro gobierno con el narcotráfico. Otros, con oportunismo electoralista, utilizaron a sectores de la prensa nacional para difamar y mentir sobre aspectos de mi vida laboral y personal, inventando situaciones que nunca existieron. No hubo en estos cinco años –ni lo habrá-, un solo elemento real que pueda justificar la canallada de asociar mi nombre con el narcotráfico, pero lo hicieron. Nunca recibí un solo pedido de disculpas por aquellas difamaciones…”

Sobre el final, el ex gobernador dice ser consciente de las razones de quienes “se empecinaron en descalificar a nuestras gestiones” (en referencia a las de Hermes Binner y la actual de Miguel Lifschitz): “No tuvieron nunca motivos reales para cuestionar nuestras políticas públicas. Políticas públicas que por otro lado son ejemplo de progreso, garantía de ciudadanía, expansión de derechos e inclusión social en nuestro país… Y no hay un socialista que se haya enriquecido tras pasar por la gestión pública”.

Remata la carta recordando que “hoy muchos funcionarios judiciales, de seguridad y políticos de nuestra provincia siguen sufriendo los ataques de grupos delictivos que no se resignan al avance que hemos conseguido en la lucha, muchas veces solitaria, contra el delito organizado”. Y reafirma: “Fuimos víctimas, y otros lo siguen siendo en Santa Fe, porque combatimos y perseguimos al narcotráfico”.

El párrafo de despedida alude al futuro, que seguramente lo tendrá como precandidato a gobernador del Frente Progresista en 2019: “A cinco años de aquella balacera, estamos de pie y con la convicción de que tenemos que seguir trabajando para mejorarle la vida a quienes confiaron los destinos de una provincia, que aún en plena crisis política, social y económica, no ha tomado ninguna medida en contra de los intereses y las necesidades de sus ciudadanos”.

Carta Abierta Bonfatti by on Scribd