El juez federal Rodolfo Canicoba Corral volvió a pedir hoy la detención con fines de extradición del ex canciller de Irán Ali Akbar Velayati, ésta vez a China, por su participación en el atentado a la Amia, episodio por el que tiene pedido de captura internacional.

Luego de hacer el mismo requerimiento este miércoles a Rusia, donde se encuentra el ex funcionario iraní, el magistrado envió un exhorto a China a través de la Cancillería, tras recibir la información de que viajará al país asiático.

Velayati era el ministro de Relaciones Exteriores de Irán cuando ocurrió el ataque terrorista -ocupó el cargo entre 1981 y 1997- y está acusado de haber participado en la reunión que se celebró el 14 de agosto de 1993 en el Consejo Supremo de Seguridad, en la que se decidió el ataque.

Canicoba Corral afirmó en su mensaje a la Justicia oriental que recibió este jueves una comunicación telefónica de la Mónica Seoane de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien le hizo saber que había tomado conocimiento «por vía extraoficial a través de la Embajada del país en China», que Velayati «se trasladaría en las próximas horas desde Rusia a China».

Asimismo, Canicoba Corral se comunicó con el Sebastián Ferrante de la Unidad Fiscal, «quien por orden de su superior, refirió estar en conocimiento de las mismas circunstancias», indicó el magistrado.

El juez había solicitado este miércoles a la Justicia de Rusia la detención con fines de extradición al país de Velayati, que este jueves se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin.

En el pedido, Canicoba Corral remarcó que «la imputación que se le formula surge de su probada intervención en la reunión donde se decidiera llevar a cabo el atentado» y que la justicia argentina ordenó el 9 de noviembre de 2006 su captura nacional e internacional «que se encuentra en plena vigencia».

Velayati se encuentra imputado por la comisión de los delitos de homicidio calificado doblemente agravado por haber sido cometido con odio racial o religioso y por un medio idóneo para causar un peligro común, en concurso ideal con los delitos de lesiones leves y graves calificadas en forma reiterada, y daños múltiples.