Ante la situación provocada por la pandemia coronavirus COVID-19, que generó una cuarentena necesaria e indispensable, dispuesta por el Gobierno Nacional para preservar la salud de todos los ciudadanos, más de 80 Confederaciones, Federaciones, Cámaras y Agrupaciones Empresarias de todos los sectores productivos del país, exigieron que las Entidades Financieras públicas y privadas encuentren «la mejor forma de evitar cortar la cadena de pago de las Micro Pequeñas y Medianas Empresas».

Los bancos ganaron $172.106 millones en 2018, un 121,5% superior al resultado de 2017. En tanto que el acumulado de los doce meses de 2019 totalizaron beneficios por $314.044 millones, indudablemente el sector financiero fue uno de los más beneficiados por la política del macrismo. En tanto que la pequeña y mediana empresa pudo cerrar el ciclo con 23 mil pymes menos.

Para los empresarios pyme, el Estado solo no puede absorber la crisis que dejará la cuarentena obligatoria, «quienes han tenido importantes ganancias durante los últimos años, también deberán decir presente y hallar mecanismos para superar de la mejor y más rápida manera los efectos de la inactividad».

Los empresarios explicaron que «el stock de cheques diferidos negociados por las Pymes en poder de los bancos ronda los 220.000 millones de pesos. De este monto, entre el 35 y 40% vence en abril, es decir durante y post cuarentena obligatoria. A lo dicho se suman los valores en cartera que no fueron depositados y las facturas emitidas que deberían haber sido cobradas en este período».

Respecto del impacto que ocasionará la tozudez del sector financiero, señalaron que «el primer eslabón que va a sufrir la inactividad es el comercio, que compró mercaderías antes del 19 de marzo y emitió cheques para fechas posteriores. Debido a esta situación, será casi imposible cubrir estos valores entregados».

Además, indicaron que «el segundo eslabón es el distribuidor mayorista o la industria Pyme, que tendrá gran cantidad de estos cheques en cartera o entregados a la entidad financiera en forma anticipada. Es decir que de no ser cubiertos, serán rechazados por los bancos».

Y para terminar de configurar el cuadro, precisaron que «el tercer eslabón es la mediana o gran empresa proveedora de los anteriores, que tiene en su poder o entregados gran parte de estos cheques, o directos de las entidades financieras, que de ser rechazados generarán gran conflicto. De no ser levantados, estas empresas suspenden la entrega, imposibilitando a las Pymes a producir.

En razón de lo expuesto las Entidades Empresarias exigen (textual):

1 – Que las entidades financieras actúen como banca de crédito y que cubran los cheques de aquellos clientes que siempre han cumplido para que se acrediten en las cuentas que lo depositaron.

2 – Que otorguen un plazo lógico y posible por esta deuda con baja tasa de interés para lo mencionado, tomando como referencia el 24% que ofrece el Gobierno.

3 – Que de ser necesario, el Banco Central modifique normativas para que el banco pueda operar de forma automática y no tenga ninguna traba para facilitar el acceso a esta operatoria a clientes que venían operando normalmente, independientemente de que tuviesen carpetas presentadas.

4 – Reperfilar las deudas de las PYMES con las entidades financieras y aquellos vencimientos que puedan trabar en montos lo expresado en esta propuesta.

5 – Que el Estado, dentro de sus posibilidades, pueda destinar fondos para sostener lo expresado en este texto para que NO SE CORTE LA CADENA DE PAGOS bajo ningún concepto.

En tanto que también dejaron en claro que existen «otros temas que deberán ser discutidos y analizados por el Gobierno, los trabajadores y los empresarios», y sostienen «que es fundamental para comenzar a operar que se tome en cuenta esta propuesta».