La pandemia del Covid-19 implica una catástrofe sanitaria en muchas ciudades y países del planeta pero también impacta y fuertemente en lo económico, una vez asumido que, hasta hoy, no hay mejor vacuna para combatirlo que el aislamiento y distanciamiento de los ciudadanos.
Ese resguardo deriva en una situación crítica para la economía global, que organismos internacionales como el FMI o el Banco Mundial ya llaman “el Gran Confinamiento”, emparentándolo no con la crisis financiera de 2008 sino directamente con la Gran Depresión de 1929, el crack de la bolsa de Nueva York que arrasó con el comercio global de entonces y parió el keynesianismo como política de Estado para tiempos de crisis (que luego se transformó en el denominado “Estado de Bienestar”).
Esta crisis llega a Argentina tras dos años de recesión profunda y el impacto es insondable. Industrias enteras, empresas y comercios sufren avatares que vienen formando parte de la agenda. Pero también son grandemente afectados los Estados, en sus distintos niveles, con recursos cada vez más flacos y una sociedad que necesita ser protegida y abastecida.
La mirada de expertos fiscalistas señala que el impacto en las recaudaciones rondaría el 30% en la Nación, alrededor de un 40% en las provincias y un 50% en los municipios.
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El intendente rosarino Pablo Javkin habló con la prensa este martes luego dialogar con concejales en el Palacio Vasallo y aseguró que en términos de recaudación municipal hay “niveles de caída al nivel de la caída de la actividad” y que “la prolongación de las medidas más algunas otras complicaciones” derivadas por ejemplo la del “servicio de transporte” pone al municipio “situación delicada”.
A tono con esa visión, el ministro de Economia de la provincia de Santa Fe, Walter Agosto, indicó que aún a falta de “dos semanas de recaudación” el gobierno “está requiriendo fondos de financiamiento”, aunque aclaró que “todos los esfuerzos están concentrados para que la provincia pueda atender todas las demandas de recursos para las áreas de Salud y Desarrollo Social y para pagar sueldos”.
En Rosario, según confirmaron desde el Palacio de los Leones a Conclusión, efectivamente el impacto se calcula “entre el 40 y el 50%” de la recaudación hasta hoy, aunque el panorama se agrava ante el paso de los días.
“Nos afecta mucho el tema del Drei, en ese sentido compartimos con los empresarios la afectación. La TGI es un poco menos”, detalló Rogelio Biazzi, el Coordinador General del gabinete municipal.
La realidad marca que a diferencia de otros momentos de crisis en que las arcas municipales se reducen, no se puede apelar al ajuste o recorte de partidas ya que todos los esfuerzos deben dirigirse a la contención social y al refuerzo del sistema sanitario.
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“Esperamos por definiciones de adelantos de coparticipación, y estamos analizando instrumentos en letras locales para poder tener financiamiento”, dijo a Conclusión el personero de Javkin en el gabinete, un experto en economía que el intendente repatrió de España (vivió allí 16 años), cuando asumió en diciembre.
Para evitar confusiones, se hace alusión a instrumentos a los que pude acceder el municipio para financiarse, no puntualmente a “cuasimonedas” del estilo de las surgidas en 2002 tras la debacle económica.
A ese respecto, el intendente Pablo Javkin buscó horas antes “no alarmar” a la población a pesar de que algunos gobernadores ya deslizaron la posibilidad de apelar a ese recurso como algo no descabellado.
Coordinación y escalada de la crisis
Esta realidad obliga a la coordinación con funcionarios provinciales y una contención a empresarios, una de las principales víctimas de la situación (además de los más vulnerables que no tienen sus necesidades básicas cubiertas) ya que en su gran mayoría no facturan y siguen afrontando costos fijos.
“Ya comenzamos las reuniones con pymes, es algo que nos preocupa mucho. El intendente está atendiendo el tema, se impulsaron créditos a través del Banco Municipal, todo suma en este contexto”, expresó De Biazzi.
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Respecto al trabajo conjunto con el gobierno provincial, sostuvo que “hay una coordinación constante con la provincia, el intendente habla con el gobernador todo el tiempo también con los ministros, solos no se puede”.
“La verdad es que impacta mucho tenemos menos recursos propios para valernos”, graficó la situación el funcionario municipal, pero aseguró que “el municipio intentará cubrir todas sus obligaciones”.
En esa línea, más temprano el ministro de Economía de la provincia de Santa Fe, Walter Agosto, había precisado que “todos los esfuerzos están concentrados para que la provincia pueda atender todas las demandas de recursos para las áreas de Salud y Desarrollo Social y para pagar sueldos” ya que es “la premisa del gobernador” sobre la cual trabajan.
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Si bien evitó definir la certidumbre de ese dinero a falta de dos semanas para finalizar abril, ponderó la caída actual en la recaudación en “alrededor de 4.000 millones de pesos, entre el 16 y el 31 de marzo”. “Lo que estamos viendo en los primeros días de abril que eso se está sosteniendo”, adelantó Agosto en declaraciones a la prensa en la capital provincial.
Además, confirmó que “ya se adelantaron 1.000 millones a municipios y comunas por el fondo del Covid-19 que es de 3.000 millones de pesos”.
