La precandidata a la gobernación de Santa Fe por el PJ, María Eugenia Bielsa, le pidió este martes al gobernador Miguel Lifschitz que suspenda la reprivatización del Banco de Santa Fe y que “deje resolver este asunto al nuevo gobierno”.

El contrato de concesión del banco que administra el grupo Eskenazi vence el 30 de junio, dos semanas después de las elecciones generales para elegir gobernador, previstas para el 16 de ese mes.

“No es el momento”, consideró la ex vicegobernadora. La apertura de ofertas está prevista para este jueves 28 de marzo, a las 12, en la Casa de Gobierno, en Santa Fe.

Para Bielsa, adelantar la renovación del contrato “no tiene explicación”. “No sé por qué Lifschitz lo hace ahora. O a lo mejor, sí tiene alguna explicación. Le pedimos entonces al gobernador que se abstenga de seguir adelante con este proceso”, agregó.

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En ese tren la también ex legisladora planteó que Lifschitz “debería postergarlo para que el nuevo gobierno fije las nuevas condiciones” de ese convenio.“Nosotros tenemos otra idea sobre el rol que debe tener el Banco de Santa Fe, que es superavitario porque da créditos a empleados públicos y tiene una masa de activos que viene de la mano de la provincia”, señaló la precandidata a través de un comunicado.

Y, explicó que “aún en términos de que el banco siga en la esfera privada, la provincia podría tener representantes en el directorio y disponer que una parte de los créditos se destinen a las pequeñas y medianas empresas”.

Bielsa cuestionó paralelamente que el gobierno de Lifschitz haya enviado a la Legislatura un proyecto para la creación de un banco de fomento porque, dijo, “ahora parece que hay que hacer lo que nunca hicieron en 12 años”.

“Claro que hace falta un banco de fomento y tomar créditos a tasa subsidiada. Pero me parece que este adelantamiento tiene alguna otra intencionalidad”, señaló la líder de Encuentro por Santa Fe, que competirá en la interna del justicialismo santafesino por la gobernación (enfrentará al rafaelino Omar Perotti).

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El Banco de Santa se privatizó en junio de 1998 cuando pasó a manos del Banco General de Negocios (BGN) de los hermanos Carlos y José Rohm, quienes debieron dejarlo cuatro años más tarde envueltos en una causa por subversión económica y blanqueo de dinero.

En 2003 volvió a concesionarse, en esa oportunidad al grupo Eskenazi, su actual administrador. Según Bielsa, el Frente Progresista prorrogó esa concesión en 2009, en 2014 y ahora en 2019.

“Nosotros queremos impulsar un perfil de banco enfocado en la producción, el desarrollo local y el acceso a la vivienda. Lo único que le pedimos (a Lifschitz) es que deje resolver al nuevo gobierno”, finalizó.