El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, sostuvo que el presupuesto para su cartera fue de «casi 3.000 millones de pesos más que en 2015», al tiempo que indicó que en relación a los científicos debe darse «un cambio cultural», porque «hay miles de doctores, muy capaces, que lo único que quieren es el empleo fijo del Conicet».

En ese sentido, Barañao indicó que se necesita «incorporar investigadores en otros organismos, porque Conicet es el que los forma, pero no el único que los puede absorber».

«Pero hay resistencia porque el Conicet tiene cierto sello de calidad que los investigadores desean. En como que hay 4 o 5 equipos de fútbol, pero solo Boca tiene una escuela: entonces, como todos entrenan con la camiseta de Boca, su aspiración es entrar a Boca, y no a Vélez o Arsenal», precisó el ministro de Ciencia y Tecnología en declaraciones al portal Ambito.com.

Barañao pidió «desactivar el concepto de que todos los investigadores están en el Conicet» y agregó que «hay unos 70 mil en distintos organismos de la Argentina, mientras los de Conicet son una parte minoritaria».

En referencia al cambio cultural dentro de la rama científica, el funcionario nacional afirmó que «eso requiere tiempo, porque hay miles de doctorados que le salieron mucha plata al Gobierno».

«Son muy capaces, pero que lo único que quieren es el empleo fijo del Conicet. Para eso no los estamos formando. Les decís de trabajar en una empresa y te dicen: ‘No, a una empresa no’. Que el Conicet sea un ámbito de innovación productiva no se me ocurrió a mí, está en su núcleo fundacional. Pero hay gente que piensa de otra forma, con una visión muy ideologizada y poco coordinada con la realidad», evaluó.

Además, el ministro completó: «Si incrementamos el número de investigadores es para que cumplan un nuevo rol, no para que hagan solo lo que ya hacían. ¿Para qué financiar investigadores? ¿Para aportar al conocimiento universal? La ciencia cultural no es la función de la ciencia en un país en desarrollo.

Respecto al recorte presupuestario, Barañao señaló que «la situación tuvo mucho que ver con un tema informativo, porque muchas veces el presupuesto original y el que se ejecuta no guardan relación».

«Se amplificó porque había una expectativa negativa, y una cierta necesidad de profecía autocumplida. Es un tema que se irá resolviendo durante el año. En 2016 finalmente tuvimos casi 3.000 millones de pesos más que en 2015, porque existe una voluntad del Ejecutivo de reasignar partidas», añadió.

Por último, en relación al conflicto en el Conicet, explicó que tuvieron «que adecuar los ingresos a la curva de crecimiento que se espera para el organismo» y remarcó que «hace 10 años está calculado que para llegar a un Estado previsible tienen que entrar los mismos investigadores que se jubilan».

«Para llegar a la cifra máxima de 14.000, el número adecuado son 450 por año, que en una década empalmarán con la primera ola de jubilaciones de Conicet: entonces entrarán 400 y se jubilarán 400. Si siguiéramos con un ritmo de 1.000 ingresos por año, en tres años cubriríamos el total. Y entonces qué hacemos, ¿esperamos seis años con el Conicet cerrado? Es inadmisible. Es una cuestión de lógica», cerró.