Tucumán vive hoy una mañana más tranquila luego de los serios incidentes que se produjeron anoche en la Plaza de la Independencia cuando la policía reprimió con gases lacrimógenos y postas de goma a los manifestantes que se habían reunido en ese sector de la capital tucumana para protestar tras denuncias de irregularidades durante las elecciones que se llevaron a cabo el domingo.
Hoy la plaza ya había tomado su fisonomía normal, con empleados públicos limpiando el lugar; aunque es probable que en horas de la tardecita nuevamente los manifestantes se vuelvan a concentrar para seguir protestando tras las irregularidades ocurridas en los comicios del domingo en el Jardín de la República.
Este lunes un grupo de personas se acercó para reclamar contra los resultados de los comicios que dieron como ganador al vicegobernador y ex ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, hasta el momento con una ventaja de 14 puntos sobre el postulante del Acuerdo para el Bicentenario, José Cano, en medio de una
fuerte polémica que se nacionalizó con acusaciones cruzadas.
Mientras los manifestantes reclamaban con pancartas y cacerolazos, efectivos policiales trataron de disuadir la protesta y empezaron a reprimir con gases lacrimógenos y postas de goma. Los ciudadanos que protestaban frente a la Casa de Gobierno de Tucumán respondieron arrojando piedras y naranjazos.
Como saldo hubo algunos manifestantes y policías lastimados, y también algunas personas fueron detenidas.
Antes de los incidentes, los manifestantes se juntaron en la Plaza de la Independencia para protestar por los resultados de las elecciones, ya que pedían reabrir las urnas.
Carteles pidiendo reabrir las urnas y constantes cacerolazos fueron parte de los reclamos de un grupo de tucumanos que se agruparon frente a la Casa de Gobierno, que se encontraba vallada y con una fuerte custodia de la policía tucumana.
«José (Alperovich): quema de urnas no es transparencia», señalaba una de las pancartas que se veían en la Plaza. Entre los reclamos que se realizaban, estaba el de exigir «abrir las urnas» para volver a contar los votos, al tiempo que también se condenó la quema de 42 urnas.
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