Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

“Le solicito tenga a bien comunicar a la Secretaría General de la Presidencia su voluntad de percibir o no la actualización en las sucesivas liquidaciones mensuales de dieta que se le practiquen”, dice la nota enviada a los bloques de diputados desde la Secretaría General de la Presidencia, encabezada por Guillermo Bardón, de la Cámara de Diputados.

El aumento es el mismo que ambas Cámaras del Congreso habían otorgado en septiembre pasado y que la Cámara baja suspendió en noviembre, ante la polémica que generó medida.

El primer ítem, que cobran todos los diputados de manera automática, pasa de $10.000 a $20.000, mientras que el segundo se incrementó de $19.300 a $40.000. Pero sólo se percibe en relación a la cantidad de pasajes que se devuelven.

Los legisladores del oficialismo Elisa Carrió (CC-ARI) y Nicolás Massot defendieron el incremento en los gastos de representación y viáticos para diputados, oficializados este martes.

La diputada Elisa Carrió dijo que el Congreso “no se desprestigia” por aumentar los sueldos de los legisladores. “Hay diputados que salen a rasgarse las vestiduras. Yo no soy hipócrita” y para fundamentar su posición recordó que los legisladores ganan “menos que un fiscal de instrucción que no hace nada” y ponderó el “esfuerzo” que realizan los diputados del interior.

Por su lado, el titular de la bancada del PRO, Nicolás Massot, diferenció aumento de sinceramiento, al describir que esta medida implicará un “posible ahorro” para la Cámara baja, porque se trató de una “transparentación de los gastos de los pasajes” y no de un aumento de lo que perciben sus pares.

Según Massot, «los diputados les daban los pasajes a amigos o terceros haciendo el diferencial de manera informal”, explicó, y puso como ejemplo: “Un diputado del interior le daba a otra persona un pasaje -que al diputado se lo cobran a un valor varias veces menor que el de mercado- para ir a Ushuaia y de esa manera lo vendía informalmente”.

Con esta perspectiva de la medida que ocasionó revuelo, el diputado de Cambiemos adelantó que “esta reforma le va a salir más barato a los argentinos, al equiparar los pasajes al tramo Buenos Aires-Córdoba”. “Los que lo utilicen lo canjearán y los que no, lo blanquearán. Los que no usen será parte de la dieta formal y no fomentará un circuito informal”, indicó.

El sueldo de bolsillo –con los descuentos– de un diputado pasa de $88.000 a $95.000. A eso se suma el dinero que reciben por los pasajes que no usan. Si los devuelven todos, perciben $40.000 extras, a razón de $1.350 por tramos aéreos y $650 por tramo terrestre.

El Frente Renovador avaló el aumento desde el arranque, pero luego se negó a firmarlo y ahora lo utiliza en sus spots de campaña para diferenciarse de Cambiemos y el kirchnerismo. El Frente de Izquierda (FIT), que denunció el anterior “dietazo”, rechazó el aumento aunque evalúa donar el importe a trabajadores en lucha; pero no renunciará a los pasajes.

“Era un tema que había que transparentar”, afirmó Monzó en diálogo con la prensa parlamentaria, aunque esta vez tomó sus propios recaudos, pidió la firma de todos los presidentes de los bloques.