La Cámara Federal porteña rechazó este miércoles el pedido de la defensa de Nicolás Carrizo para que sea enviado a prisión domiciliaria mientras dure la investigación del intento de homicidio de la vicepresidenta, Cristina Fernández, e instó a la jueza, María Eugenia Capuchetti, a avanzar en la elevación de la parte principal del caso a juicio oral.

Los jueces de la Sala I del tribunal dispusieron «confirmar la resolución de fecha 10 de febrero de 2023 en cuanto a que no hizo lugar a la detención domiciliaria de Gabriel Nicolás Carrizo», procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del ataque, y resaltaron que aún se encuentra «configurado en el caso la posibilidad de entorpecimiento de la investigación», según surge del fallo.

En la misma resolución, y a través de dos votos diferenciados, los magistrados instaron a la jueza Capuchetti -que delegó la investigación en el fiscal Carlos Rívolo- a avanzar en dirección al juicio oral y público por el hecho ocurrido el 1 de septiembre último por el que, además de Carrizo, se encuentran detenidos los acusados de ser los autores de la tentativa de homicidio: Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte.

La querella realizó en el último tiempo diversos planteos para que se investigue si existen autores intelectuales que operaron por detrás de Sabag Montiel y Uliarte, a la vez que pidió que se investigue si por acción u omisión tuvo alguna participación en el intento de magnicidio.

Al momento de referirse a la posibilidad de concederle el beneficio de la prisión domiciliaria a Carrizo, los camaristas sostuvieron que no estaban dadas las condiciones para morigerar el estado de su detención y también remarcaron que el informe socio ambiental vinculado al imputado y su entorno no los lleva a cambiar de parecer.

Carrizo está procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del intento de homicidio: ante la Justicia y la opinión pública se presentó como alguien que dio trabajo en la venta de copos de nieve a Sabag Montiel -el hombre que intentó cometer el atentado-, pero en su celular aparecieron mensajes en los que se atribuía participación en la planificación del ataque.

Su rostro se hizo público el día siguiente del atentado, cuando se presentó con Uliarte -supuesta pareja de Sabag Montiel- y un grupo de vendedores de copos de nieve a brindar un reportaje televisivo, en el que la acompañaron a ella con la versión de que no tenía nada que ver con el atentado fallido.

Los teléfonos celulares de los tres imputados fueron claves en la investigación: de los dispositivos que usaban Carrizo y Uliarte surgieron referencias que ambos hacían al atentado, mientras que del móvil de Sabag Montiel se lograron recuperar algunas fotos en las que se lo ve con la pistola que empuñó el día del ataque.