El Astillero Río Santiago (ARS) de Ensenada rubricó un acuerdo con la Armada Argentina y volverá a construir, después de 32 años, dos embarcaciones para instrucción de los cadetes de la Escuela Naval Militar.

El presidente del Astillero Río Santiago (ARS), Héctor Scavuzzo, celebro la rúbrica del contrato y destacó “la importancia que tiene para nuestros trabajadores el hecho de volver a construir un barco para la Armada Argentina, logrando un objetivo que venimos trabajando desde hace más de tres años junto con el titular de la Armada Argentina, Gastón Erice, para volver a construir embarcaciones para la Defensa”.

“A 32 años del último trabajo que se realizó, es una satisfacción inmensa volver a transitar el camino para el cual fue creado el Astillero, en defensa y soberanía nacional”, sostuvo el titular de la planta naval.

Scavuzzo destacó el impulso del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para “profundizar el crecimiento y posicionamiento de nuestro Astillero a la vanguardia de la producción naval argentina” y las gestiones para que “luego de tantas décadas volvamos a construir un buque en un astillero estatal y argentino”.

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En ese sentido, manifestó que el Astillero Río Santiago tiene desde su fundación un espacio reservado para la fabricación de buques militares, y que en este tiempo “se ha dedicado a básicamente a la reparación y mantenimiento de la flota de nuestra Armada”.

La construcción comenzará a principio de 2016 y se trata de naves del nuevo modelo LICA (Lancha de Instrucción de Cadetes de la Armada) de 36 metros de eslora y 8 de manga, se propulsarán con dos motores de 500 HP de potencia que le permitirá alcanzar la velocidad de 12 nudos; con capacidad para 7 tripulantes y 33 cadetes para su instrucción.

El proyecto fue desarrollado íntegramente por ingenieros del ARS desde el año 2013 y las embarcaciones que se comenzarán a construir en el astillero estatal más importante del país, prestarán múltiples servicios a la fuerza entre las que se destacan las tareas propiamente de instrucción marinera y la ayuda humanitaria en todo el litoral marítimo y fluvial argentino.

El titular de Astilleros Rió Santiago, preciso que el ultimo trabajo realizado por la empresa para la Armada Argentina, fue la Corbeta P15 “Gómez Roca” botada en el mes de noviembre de 1986.

 

Nacimiento de los astilleros Argentinos

La situación político – económica del mundo luego de la primera guerra mundial, incrementó el comercio y el transporte de materias primas exportables como así también se intensificó la defensa de la posición estratégica de Argentina con relación a su soberanía.

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Desde esta perspectiva, se aceleraron decisiones superadoras para la industria y el devenir político y económico. El 17 de diciembre de 1934 se creó la Comisión de la Marina Mercante, lo que dio impulso a un plan específico e integral de construcciones navales que se llevaría a cabo posteriormente en Puerto Belgrano, Tigre, San Fernando y fundamentalmente en Río Santiago, Ensenada, provincia de Buenos Aires.

La entonces Marina de Guerra ordenó la construcción de nueve rastreadores Parker, los cuales deberían desarrollarse íntegramente en el país. Ante ello, se utilizaría un astillero que condujera todo el operativo, del que saldrían los planos, las directivas, los equipos y materiales necesarios.

Toda la dinámica que provocó esta nueva aventura en la construcción naval a partir de la formación total del elemento humano especializado en su mano de obra, más el impulso institucional a partir de sus resultados, desembocó en la decisión de establecer un gran astillero para construcciones navales militares y los talleres generales de la Base Naval de Río Santiago, fueron la base para lo que hoy es Astillero Río Santiago (ARS).

Al mismo tiempo que se avanzaba en la construcción del astillero, se intensificaba la formación de nuevo personal y el perfeccionamiento del existente en todos los niveles y especialidades con vistas al futuro.