Por Marcelo Chibotta

Falta un poco más de un mes para que los argentinos decidan quiénes van a gobernar el país durante los próximos cuatro años y por esa razón Conclusión expone datos ciertos, más allá de las percepciones o las emociones que despierten unos u otros.

La elección de un presidente y de los legisladores, supone optar por algo que trasciende las condiciones personales de quienes tendrán la responsabilidad de ejercer el Poder Ejecutivo o proponer leyes en el legislativo.

Es por eso que no hay nada mejor que recurrir a las referencias de la historia, sean éstas pasadas o presentes, para de esa manera tener más elementos de análisis que permitan decidir el voto.

Debido a que la inmensa mayoría de quienes habitan el país son trabajadores y que además de su tarea dependen el crecimiento, el desarrollo y la grandeza del mismo, se muestran algunas propuestas que entran en el debate, conjuntamente con el resultado que de ellas se obtuvieron.

Así, de los dos primeros gobiernos peronistas, hasta el de la “Revolución Libertadora”, en el primero que se extendió desde el año 1946 hasta 1952, la ocupación y el salario fueron creciendo con la particularidad de que esta última variable alcanzó a participar hasta en el 50 por ciento de las utilidades.

Durante el segundo gobierno, que comenzó en el mismo 1952 y fue interrumpido por el golpe militar de 1955 que fuera encabezado por Lonardi, Rojas y Arambru, las medidas económicas atenuaron la expansión del salario, pero los mayores inconvenientes surgieron luego de las políticas económicas que aplicó el gobierno de facto.

Las medidas aplicadas respondieron al plan diseñado por quien era en ese momento el presidente de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Raúl Prebisch.

Contratado por la dictadura, Prebisch hizo un informe preliminar en el que criticó el uso de reservas para las nacionalizaciones que se habían hecho y la repatriación de la deuda externa, entre varias otras medidas que el gobieron de Juan Perón había tomado.

Además, en el estudio también cuestionó la políticas de expansión y la salarial, a las que les adjudicó el aumento de la inflación. También, el presidente de la Cepal censuró la intervención del Estado en asuntos económicos, argumentando que éstos debían ser más “libres”. En cambio promovió la exportación de productos primarios y la devaluación, además de recrear el mercado libre de cambio del dólar.

Las consecuencias de estas políticas no se hicieron esperar. Así, la inflación pasó del 12,3% en 1955 al 129,5% en 1959, la deuda externa entre esos años pasó de ser de 575 millones de dólares a 1.110 millones de la misma moneda, el desempleo pasó del 3,2% al 5,5% y la distribución del ingreso pasó de ser mitad y mitad a 38,8% para los trabajadores, ante el 61,2% para las fuerzas del capital.

Los convulsionados años 70

Los dos momentos más significativos que incidieron en los salarios de esta década fueron los constituidos por el nuevo gobierno del peronismo, desde 1973 hasta el golpe cívico-militar de 1976, y el de facto que comenzó durante ese año y perduró hasta recuperada la democracia, en 1983.

El ministro de Economía del regresado Juan Perón fue José Ber Gelbard y tomó urgentes medidas; en primer lugar congeló los precios y luego estableció un sistema de “precios administrados». Además, creó una línea especial de financiamiento para aumentos salariales, tras incrementos anteriores, redujo el precio de la carne y estableció un tipo de cambio fijo para el dólar.

Por su parte, Celestino Rodrigo, quien fuera luego ministro de Economía de María Estela Martínez de Perón, tomó medidas como el aumento de los salarios en un significativo porcentaje, del dólar y de las naftas entre otros productos y servicios , lo que originó el conocido “Rodrigazo”.

No obstante, las cifras resultantes fueron las siguientes:

• El desempleo y el subempleo bajaron desde el 13,2% en 1972 al 5,2% en 1977.
• La inflación varió desde el 58,5% en 1972 hasta el 444,1% en 1976, bajando al 176,10% en 1977.
• La deuda externa pasó de ser de 5.092 millones de dólares en 1972 a 11.761 en 1977.
• La distribución del ingreso pasó de ser del 46,2% para los trabajadores frente al 53,8% del capital durante el año 1975, al 26,8% ante el 73,2% ya ingresada la dictadura.

Durante el gobierno cívico-militar volvieron las medidas de apertura de la economía cuyos objetivos expuestos por el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, fueron la reducción de la inflación y la promoción de la actividad productiva.

Para ello, entre muchas otras medidas, quedó liberado el mercado de capitales, se suprimieron los gravámenes y aumentó el tipo de cambio, medidas sostenidas por el siguiente ministro Roberto Alemann y por el entonces presidente del Banco Central, Domingo Felipe Cavallo.

¿Cuáles fueron los resultados de dichas políticas?

La distribución del ingreso entre las fuerzas del capital y del trabajo fue:
• En 1975, los ingresos bajos participaban en un 19,3%, los medios en un 39,6% y los altos en 41,1%. En 1980, pasaron a 17,7%, 39,2% y 43,1%; y en 1985 los ingresos bajos participaban de un 15,3%, los medios de un 35,3% y los altos del 49,4%.
• La inflación pasó del 182,4% en 1975 al 343,8% en 1983.
• El desempleo y subempleo pasaron del 7,5% en 1975 al 10,5% en 1983.
• Durante el mismo período, la deuda externa pasó de 8.085 a la considerable cifra de 45.069 millones de dólares y la pobreza del 10,6% al 16,8%.

Los 90, los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y ¿lo que vendrá?

Si bien los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa tenían distintas identiddes particarias, ambos tomaron medidas económicas dentro de la misma matriz de pensamiento. El de Menem comenzó con una devaluación del 116%, modificó la carta del Banco Central para que no financie gobiernos provinciales o municipales y fijó más adelante el tipo del cambio del dólar (convertibilidad).

Asimismo, se aumentaron los precios de las tarifas ferroviarias, obras sanitarias, teléfonos, gas y electricidad domiciliarios, y se llevaron adelante las privatizaciones de las grandes empresas como Entel, Segba, Aerolíneas Argentinas, Somisa, Gas del Estado y Obras Sanitarias, como así también las del polo petroquímico Bahía Blanca, los aeropuertos, Encotesa y varias áreas de YPF.

Por su parte, la administración de los aportes para los jubilados, también quedó en manos privadas bajo el régimen de las AFJP.

Durante el corto gobierno de De la Rúa, nada sustancial en términos económicos se modificó, al punto tal de que para remediar las políticas del gobierno anterior, el gobierno de la denominada «Alianza» apeló a poner en el cargo al mismo ministro de Economía que había signado el gobierno menemista, Domingo Felipe Cavallo.

Como consecuencia de la liberalización de las variables económicas y la aplicación del “1 a 1”, la inflación pasó de 2.314,10% en el año 1990 al -0,2% en el año 2000. No obstante, las otras variables experimentaron los siguientes cambios:

• Desempleo y subempleo del 14,8% en 1988 al 45,1% en 2002.
• La diferencia entre ricos y pobres durante el mismo período pasó de 19 a 46,6 puntos.
• La deuda externa pasó 63.672 millones de dólares a 175.800 millones de dólares durante los mismos años.
• Los delitos denunciados en el país pasaron de 560.240 en el año 1990 a 1.266.579 en 2002.

Por su parte, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se tomaron medidas contrarias a la década de los 90, como por ejemplo la recuperación para el Estado del Correo Argentino y de las Aerolíneas Argentinas, el rescate de la “acción de oro” de YPF, el restablecimiento de las paritarias, la reforma del Banco Central, la reestatización de la administración de las jubilaciones que estaban bajo la propiedad de las Afjp, y la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París. Entre otras resoluciónes, también se establecieron la Asignación Universal por Hijo y el programa Precios Cuidados.

Por ello, algunas de las variables surgidas de estas medidas son las siguientes:

• El porcentaje de desocupación pasó del 24,70% en el año 2003 al 7% en el último trimestre de 2014.
• Por su parte, en 2003 se contabilizaba un 52,30% de pobres frente al 16,10% en el segundo trimestre de 2014, según indicó el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, dirigido por el economista Asiaín.
• Según cifras del Banco Mundial, Argentina expandió su clase media del 17,5% a casi el doble tras llegar al 32,5% en los últimos 10 años.

Yendo al marco internacional, y después de la crisis de 2008 en las finanzas mundiales, vale poner en contexto las cifras de desocupación de la Argentina actual, comparadas con las de otros países del mundo.

Desempleo actual en el mundo

Grecia 25,2%
España 22,2%
Italia 12%
Francia 10,4%
Brasil 7,5%
Uruguay 7,4%
Canadá 7%
Argentina 6,6%
Estados Unidos 5,1%
Alemania 4,7%
Bolivia 3,5%

Muchos más son los números y las variables que se pueden computar, y también muchas más las medidas económicas que se han tomado durante la historia Argentina, pero se expusieron algunas, para que como se presentó al principio de esta nota, se puedan tener como referencia útil a la hora de hacer un diagnóstico.

Desde que el hombre comenzó a producir riqueza con el trabajo de otros hombres, la puja por la distribución de las utilidades existe y dependen de medidas, que con algunas variantes de forma de acuerdo a la evolución de los tiempos, en muchos casos apuntan a los mismos objetivos.

Sólo resta cotejarlas con las propuestas de hoy y decidir aquello que se considere mejor para el futuro de los argentinos.