El gobierno de Alberto Fernández ofreció ayuda a Uruguay para paliar la problemática de falta de agua. A través de una nota fechada el martes 4 de julio, la Cancillería puso a disposición un buque con cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua, proviso por Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa).

Fuentes cercanas al canciller Santiago Cafiero indicaron que la administración argentina habría enviado un buque perteneciente a la Armada Argentina del tipo “aviso”, con capacidad de 300 toneladas de agua y además una planta potabilizadora móvil con una producción de 1.700 sachets de medio litro por hora y operarios necesarios.

Se trata de unidad naval militar, rápida, que traslada la asistencia ante la escasez hidráulica que somete al Uruguay. Desde hace más de dos meses, su población debe consumir agua dulce mezclada con agua salada debido a las sequías, y a riesgo de quedarse sin agua potable, el Gobierno tomó una serie de medidas para el cuidado de su uso.

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En la nota formal enviada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Culto remarcaron que el ofrecimiento del Gobierno Nacional “está destinado a dar respuesta a las poblaciones vulnerables afectadas por la crisis hídrica, centradas en la ciudad de Montevideo y la zona Metropolitana”.

A pesar de las tensiones de los últimos días, en el marco de la Cumbre del Mercosur llevada a cabo en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, desde la Cancillería uruguaya agradecieron y aceptaron el ofrecimiento, pero pidieron esperar antes de hacer uso.

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“Al tiempo de agradecer y aceptar dicho ofrecimiento, hace saber que, en razón de la dinámica de la situación bajo permanente evaluación, hará conocer la oportunidad del mismo”, aclararon a través de un escrito.

Tras dos noches de lluvias, el presidente de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero, aseguró que la emergencia por el inminente agotamiento de las reservas de agua estiró su margen y brindó alivio a las autoridades.