El ex ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, reapareció publicamente y, como suele ser su costumbre, hizo gala de su sinceridad sin miramientos a la hora de exponer su pensamiento, en general teñido de ribetes anti populares o incorrectos políticamente.

El otrora CEO de Shell (cargo que ostentaba al asumir en la función pública), se refirió en una entrevista con el diario La Nación, al «conflicto de intereses» por el que fue denunciado en la Justicia, por tener acciones de esa compañía energética ya siendo ministro, a la vez que fuera muy criticado por tener sus ahorros, en dólares, fuera del país.

En ese sentido, Aranguren sostuvo que actualmente los está «trayendo al país para continuar viviendo» ya que su consultora, a lo que se abocó tras abandonar su cargo público, «todavía no está dando ingresos».

«Una cosa es el ahorro y otra la inversión. Si un ministro argentino o cualquiera tiene sus ahorros, que hizo como empleado en relación de dependencia, salvaguardados, protegidos en el exterior, es una decisión de ese tipo», expresó ante la consulta del periodista José Luis Brea.

Respecto a la posible incidencia en sus decisiones ministeriales por su estrecho vínculo con Shell, sostuvo: «Como parte de mi sueldo anual yo tenía acciones de la compañía a fin de año. No tenés en la legislación argentina ninguna norma que diga que no podés tener acciones en una compañía, lo que si no podés es tomar decisiones que afecten a tu empleador de los últimos dos años. Y de hecho yo me excusé de tomar decisiones.»

Aranguren fue apartado de su cargo por el presidente Mauricio Macri en junio de 2018, con una situación insostenible en el frente cambiario y financiero que obligó a buscar chivos expiatorios que calmen las críticas, tanto desde una sociedad que ya reclamaba un cese a las políticas de ajuste, así como hacia adentro de la coalición oficial, en la cual los cuestionamientos apuntaban, especialmente desde el radicalismo y la Coalición Cívica, a la política tarifaria implementada por el Ministerio de Energía.

«Cuando me fui le dije a Macri dos cosas: primero le agradecía por la oportunidad que me había dado de intentar contribuir en lugar de estar quejándome siempre de lo que hacían los funcionarios, contribuir en mejorar el sector que yo conocía más. Y, segundo, dije que salía desilusionado porque había terminado haciendo algo que él dijo que nunca iba a hacer: lo políticamente correcto», dijo al matutino porteño.

También se refirió a la relación con el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien suelen atribuirsele los fracasos en la política comunicacional del Gobierno y en la coordinación imprecisa de las distintas áreas económicas en las que se disgregó la gestión.

«La decisión de haber tenido un equipo heterogéneo fue del Presidente y la decisión de homogeneizarlo es del Presidente. El poder Ejecutivo es unipersonal. Muchas veces le echamos la culpa al otro para no cargarle la culpa al único responsable de que eso ocurra, que es el Presidente», espetó el ex titular de Energía.