Por Sebastián Catalano

Los pocos que vieron a Angelo Calcaterra la semana pasada, luego de que estallara el miércoles la causa de los cuadernos –que terminó con el chofer Oscar Centeno y 12 empresarios detenidos–, saben que el primo hermano del presidente Mauricio Macri estaba triste y apesadumbrado. Si bien nunca temió ir preso, ni siquiera ahora que se presentó como imputado arrepentido y reconoció haber pagado coimas al gobierno kirchnerista, la detención de su amigo y ex CEO de su compañía, Javier Sánchez Cavallero, lo «destrozó», según detallan en su entorno.

Así, en medio de la congoja, decidió el viernes la estrategia que lo llevó hoy a presentarse a primera hora ante el juez Claudio Bonadio. El fin de semana habló con su familia y les comunicó la decisión: no hubo encuentro, sino charlas individuales con cada uno de sus tres hijos y Sofía Tatschke, la diseñadora casi tres décadas menor que es su pareja desde hace unos años.

También se lo comunicó al presidente Macri. Si bien hay versiones cruzadas al respecto y desmentidas de funcionarios, lo cierto es que, de manera directa o indirecta, Calcaterra le avisó a su primo la decisión que delineó con su abogado histórico, Ricardo Rosental (quien también patrocinó alguna vez al presidente Macri). Después sintió una suerte de «alivio físico» y paz por la decisión que tomó. Sabe, además, que si bien no estaba aún señalado directamente, no hay lugar para demasiados arrepentidos en la misma causa.

Ahora queda libre, al igual que su amigo Sánchez Cavallero. Pero no será la última vez que el ex dueño de la constructora Iecsa y elegido alguna vez por Franco Macri para ser el heredero en la conducción del imperio familiar vaya a Comodoro Py. Tendrá que explicar al detalle a quién y en qué circunstancias le pagó coimas, aunque él se refiera a esos «desembolsos» como «fondos para la campaña política» que además son mucho menores que los valores que trascendieron.

La historia del «príncipe de la construcción»

En 2007, en pleno desmembramiento del Grupo Socma, el conglomerado de empresas de los Macri, Calcaterra le compró la firma constructora Iecsa y la desarrolladora Crearurban a su tío Franco. La operación se pagó en cuotas que el ahora «imputado arrepentido» terminó de pagar recién en 2015.

Angelo, de 60 años, es uno de los cinco hijos de María Pía Macri, la hermana de Franco, y de Antonio Calcaterra, un empresario también vinculado a la industria de la construcción. Uno de sus hermanos es Fabio Calcaterra, que durante casi 20 años fue CEO de la empresa de papas congeladas Farm Frites, que previamente había pertenecido a su familia y luego pasó a manos de la multinacional holandesa.

 Cuando el poderoso grupo creado por Franco comenzó su proceso de venta de sus empresas, Calcaterra participó de la negociación de las operaciones

De profesión arquitecto, Calcaterra comenzó a trabajar en la industria de la construcción de la mano de su padre, pero en 2000 se sumó a las empresas de su tío Franco, a las que ingresó como uno de sus directivos. Cuando el poderoso grupo comenzó el proceso de venta de sus empresas, Calcaterra participó de la negociación de las operaciones y, finalmente, se quedó con Iecsa.

Con Calcaterra ya al frente de la empresa, Iecsa comenzó a participar y obtener numerosas licitaciones de obra pública. Fue, por ejemplo, una de las empresas seleccionadas para el fallido proyecto del tren bala (junto a la francesa Alstom, la española Isolux y la local Emepa) y obtuvo la concesión de la cuestionada obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, varias veces anunciada e investigada por el pago de coimas. También se adjudicó la central térmica de Ensenada y la restauración de la Basílica de Luján.

Calcaterra se preocupaba siempre por aclarar que con su empresa nunca compitió en licitaciones de la ciudad de Buenos Aires mientras su primo Mauricio fue jefe de Gobierno. Pero, antes de que Macri asumiera, había llevado adelante la obra de los canales aliviadores del arroyo Maldonado, que quedó a cargo de Ghella, una de las empresas socias de Iecsa.

Calcaterra estuvo casado con la escultora María Boneo, nacida en Belgrado (en la antigua Yugoslavia) y radicada en la Argentina desde 1968. Tienen dos hijas, María, curadora de arte, y Pía, que se dedica al diseño de indumentaria y creó junto a su madre la empresa Calca, para dedicarse a la venta de ropa. También un hijo varón.

Antes de que su primo fuera elegido presidente, Calcaterra ya tenía tomada la decisión de desprenderse de sus empresas si finalmente Macri llegaba a la Casa Rosada

Antes de que su primo fuera elegido presidente, Calcaterra ya tenía tomada la decisión de desprenderse de sus empresas si finalmente Macri llegaba a la Casa Rosada. Y cumplió con su decisión.

En marzo del año pasado, Calcaterra se desprendió de la totalidad de las acciones de Iecsa y de sus empresas asociadas que pasaron a manos de los socios y principales accionistas de Pampa Energía —Marcelo Mindlin, Damián Mindlin, Gustavo Mariani y Ricardo Torres— que la rebautizaron como Sacde (sigla de Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo). Desde entonces, Damián Mindlin asumió el rol de CEO de la compañía. La empresa, ya en manos de los Mindlin, participó recientemente de las ofertas de PPP —el modelo de participación público-privada— para la construcción de autopistas.

Fuente: Infobae | Foto NA