Los inquilinos que deban afrontar su ajuste anual bajo el Índice para Contratos de Locación (ICL) sufrirán un aumento de sus alquileres de hasta 83,5% en enero y del 90% al llegar al segundo mes del año próximo, advirtió el economista especializado en vivienda, Federico González Rouco.

Según el cálculo del especialista, en la primera quincena del 2023, una persona que actualmente paga 60.000 pesos de alquiler pasará a pagar 110.000.

En la misma tendencia -siempre según González Rouco- en febrero la actualización anual llegaría al 90%. Ambos porcentajes tendrían que estar por debajo de la inflación interanual debido a que la fórmula actual del ILC también toma la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte), indicador generalmente rezagado respecto de los precios.

Por otra parte, si se toman los datos del sitio especializado ZonaProp, en lo que va de 2022 los nuevos contratos de alquiler en la Ciudad de Buenos Aires acumulan un alza del 87,9% y del 94,3% interanual, algo que traducido a monto representa un gasto de 88.124 pesos para un dos ambientes.

Los últimos datos disponibles en este sitio en relación a Rosario son de octubre pasado, cuando el precio medio de alquiler de un departamento de un dormitorio se ubicó en 47.501 pesos.

Sin crédito hipotecario

En el sector inmobiliario siguen sosteniendo que la actual Ley de Alquileres -sin cambios a pesar de los reiterados debates y anuncios- generó un desencuentro entre los propietarios que apuntan a vender, los inquilinos que quieren alquilar, y aquellos que pudieron firmar un contrato formal bajo el marco normativo que rige.

A la vez, mientras los precios de venta de inmuebles están históricamente bajos, conseguir un crédito hipotecario es realmente dificultoso.

Así lo marca el último Índice de accesibilidad al crédito hipotecario (Iach), que tomó como eje de medición el ingreso de una pareja de la Ciudad de Buenos Aires, que en el segundo trimestre de 2022 representó menos de la mitad de lo necesario para ingresar a un crédito.

Según el Iach, los haberes de una pareja aspirante a un préstamo estuvieron en 285.545 en ese momento del año, mientras el ingreso mínimo para acceder a un crédito hipotecario trepó a 592.300 pesos.

Un informe de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires plantea que «una pareja de calificación ocupacional alta debería más que duplicar sus ingresos para poder calificar a un préstamo convencional para la compra de un departamento de dos ambientes».

Y detalla: «La cuota inicial del crédito representó el 62,2% del ingreso promedio, más del doble de la restricción general que impone el mercado crediticio -30%-«.

Cabe recordar que en octubre de 2020 fue presentado un proyecto que busca que las cuotas de los créditos se movilicen por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS), lo que habilitaría que los ingresos no queden tan desfasados de lo que hay que pagar, como pasa por ejemplo con los créditos UVA, indexados por inflación.