Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

El sociólogo de la Universidad de la Plata, Pablo Romá, dialogó con Conclusión, y planteó que los sucesos que signaron la agenda de la semana pasada -de cara al futuro- como la toma de tierras, el levantamiento policial, deben ser entendidos en el marco de la crisis sanitaria y de recesión económica, pero también de polarización política».

Romá, indicó que lo hechos dieron lugar a la construcción de «un relato», parece que la «polarización y la grieta», condiciona «la lectura que se hacen de los hechos». «En este marco es difícil poder entenderse, hay dos situaciones que hay que considerar para entender que pasa, por un lado la cuestión habitacional, y por el otro, el conflicto policial».

Para el analista, si bien «hay cuestiones que no se pudieron prever, hay elementos o situaciones que son más previsibles como el tema de las tierras, el tema se instaló con los tomas de tierras, legales o ilegales, y parece que el gobierno no pudo instalar su agenda, más política respecto de lo que son los tomas. El gobierno nacional tiene un Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, pero su titular, María Eugenia Bielsa no estuvo en los debates, participaron Sergio Massa, ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. Parece que se impuso la lógica punitivista sobre la lógica más social de lo que significa el problema de las tierras».

Policías rodean la Residencia Presidencial de Olivos

Romá explicó la complejidad del «desplazamiento poblacional» y sus consecuencias, sobre el  impacto genera los barrios cerrados y los negocios inmobiliarios condicionan el problema habitacional», al tiempo que agrego que la «grieta impone discutir si es legal o ilegal, o si el gobierno reprimirá o no».

En relación al conflicto policial y algunos errores que marcó del gobierno, el sociólogo expresó que «no hubo una lectura seria de la magnitud del conflicto, no se pudo prever el conflicto salarial ni la forma, porque el anuncio del plan de seguridad no tuvo previsto lo salarial, que fue lo que hizo que el conflicto trascendiera del ámbito provincial al nacional».

«El presidente tuvo que hacerse cargo de la situación, tomo una medida de fondo que significo canalizar salarialmente la protesta y tomar una resolución que venia discutida. quitarle unos puntos de la coparticipación que Macri le otorgó a CABA, para dárselo a la provincia de Buenos Aires, una medida de fondo que marca un posicionamiento de Alberto Fernández», manifestó el sociólogo.

Hubo una «lectura política de parte de quienes llevaron adelante esta protesta de que podían avanzar y hubo en ese sentido, como lo fue rodear la casa del gobernador en provincia y la residencia de Olivos, con armas y patrullero, desde lo gestual es un desafió fuerte», y esto «al gobierno no lo deja bien parado», aunque «el presidente hizo bien en canalizar la iniciativa en forma salarial».

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