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Un violento episodio tuvo lugar este fin de semana en la ciudad de Sunchales, cuyos vecinos hace meses vienen denunciando una compleja y creciente situación de inseguridad. Un grupo de policías fueron emboscados en el barrio 9 de julio de esa localidad y violentamente atacados. El saldo del feroz ataque fue ocho policías heridos, algunos con lesiones graves, un arma reglamentaria robada y tres patrulleros con daños considerables.

De acuerdo al relato que algunas fuentes hicieron a Conclusión, todo comenzó poco antes de las 3 de la madrugada del domingo, cuando efectivos del Grupo de Operaciones Tácticas (GOT) patrullaba el barrio 9 de Julio.

Según contaron algunos presentes, tres personas se habrían acercado a los efectivos y dijeron que habían sido víctimas de un robo a unas cuadras de allí. Pero, al llegar, los efectivos se encontraron con un importante grupo de entre 20 y 30 personas, hombres y mujeres, que comenzaron a atacarlos con palos y piedras mientras los insultaban.

Ante esta situación, los miembros del GOT pidieron apoyo y otros patrulleros llegaron al lugar con el fin de dispersar al grupo, pero la violencia fue in crescendo y los ocho efectivos que intervenían fueron acorralados. Algunos de ellos realizaron disparos al aire, disparos que los supuestos atacantes respondieron, también al aire. Y, acto seguido varios de los integrantes del grupo lograron golpear con palos a los policías y robarle una escopeta reglamentaria, a la vez que amenazaron a algunos de ellos con «incendiarles las casas con los hijos adentro». «Cada vez eran más, no sabíamos de donde salía tanta gente», señaló a este medio uno de los policías atacados.

El feroz episodio terminó con el repliegue de los policías que sufrieron heridas de diverso tenor. Dos tuvieron lesiones graves, uno fue el jefe del GOT que sufrió fractura de pómulo, y otro efectivo, también del GOT, una fractura de muñeca. Los otros seis policías presentan fuertes traumatismos y escoriaciones y uno de ellos sufrió un corte que mantiene comprometido un de sus ojos. Además, los tres patrulleros presentan serios daños.

Una de las fuentes señalaron a una mujer que habría cumplido un rol protagónico esa noche y que tiene varios antecedentes. Se trata de una persona que, a fines del año pasado, denunció a varios integrantes de la fuerza policial por apremios ilegales. Dichos efectivos fueron pasados a disponibilidad y enfrentan una causa judicial.

Allanamientos, detenidos e investigación

Según la información a la que este medio accedió, al día siguiente se realizaron algunos allanamientos, con resultados negativos porque hubo una filtración en la información.

Pero desde el Ministerio Público de la Acusación informaron que el fiscal que lleva la investigación, Nicolás Stegmayer ordenó varias medidas, concretadas por la Agencia de Investigación Criminal, con las que se logró la detención de dos mujeres, sospechadas de jugar un importante rol en la emboscada.

Además, fue detenido un joven que aparece en diversos videos en redes sociales con el arma policial robada. Los voceros del MPA aseguraron que «se presentó espontáneamente en sede policial ante la inminencia de la detención».

Fuentes policiales señalaron que los miembros de la fuerza se sienten «entre la espada y la pared», porque temen «quedar presos y no tienen ningún apoyo». Además, señalaron que se pidió en repetidas oportunidades que se envíe más personal policial dado que solo son cuatro efectivos por guardia, de los cuales dos cumplen la función de sumariantes.

Vecinos preocupados

El hecho ocurrido este fin de semana indignó enormemente a los vecinos, quienes desde hace meses se quejan de la inseguridad creciente en Sunchales. Algunos de ellos piensan en convocar a una movilización con vehículos a fin de mantener la «distancia social» impuesta en medio de la cuarentena.

Un empresario y comerciante de la ciudad remarcó a Conclusión que «los delincuentes tienen total impunidad». «Esta es una ciudad de 20.000 habitantes y siempre fue muy tranquila. Pero desde hace un año a esta parte se puso bravo, hay drogas, hay robos y ahora, con esto de la cuarentena, se acentúa el problema porque seguramente no consiguen drogas. El otro día asaltaron una farmacia y robaron todo el Rivotril (sic) . La gente se enoja con la policía, pero la policía los agarra y los jueces los liberan en cuestión de horas porque son menores o porque no tienen antecedentes».