La violencia como moneda corriente y como forma de relacionarse. Así lo vienen sufriendo los profesionales del Hospital Roque Sáenz Peña y así lo vivieron el pasado sábado por la tarde cuando atendieron a una adolescente de 14 años que estaba de parto y tuvo complicaciones.

De acuerdo a lo relatado por los médicos, la chica de 14 años estaba internada y en observación. Pero cuando empezó el trabajo de parto también comenzó a sufrir convulsiones. En estado de extrema gravedad fue trasladada al quirófano y dada la situación, el personal del hospital le pidió al padre del bebé que esperara afuera.

Fue en ese momento cuando la pareja de la paciente, un joven de 18 años, comenzó a amenazar a las médicos y ya decirles que si le pasaba algo a su mujer les iban a «pegar tiros a todos». Además comenzó a patear y golpear las puertas de la sala, dejando destrozada la que corresponde al ingreso del quirófano.

En medio de la extrema violencia, los médicos tuvieron que proceder con la cirugía. La beba nació con buen estado de salud y las cosas comenzaron a calmarse cuando se la mostraron al papá. Sin embargo, la madre adolescente debió ser trasladada con código rojo a otro hospital. Según contó una enfermera al portal de noticias Rosarioplus, el joven los amenazó diciendo: «Yo no me olvido de sus caras, más vale que todo esté bien».

Desde el hospital aseguran que estas situaciones se repiten cada vez con más frecuencia y piden mayor seguridad para los trabajadores. La directora del Roque Sáenz Peña, Lorena Botta detalló a Rosario3 que en ese momento debía haber estado presente en el ingreso al hospital el refuerzo policial, pero apuntó que vienen teniendo algunas complicaciones y el sábado no había agentes adicionales.

Botta apuntó que llamaron al 911 y que concurrió personal de la policía motorizada, cuando el padre de la beba ya estaba más tranquilo. Según señaló la directora del nosocomio, no quedó detenido. En ese sentido, también habría que investigar si al joven le cabe sanción penal en el marco de la relación que sostiene con una menor de edad, según lo estipulado en el artículo 120 del Código Penal.