El ex efectivo de la Policía de Acción Táctica, Ramiro Rosales, ya condenado por el crimen de Jonatan Herrera en enero de 2015, volvió a la cárcel. Esa fue la decisión que tomó este martes por la mañana el juez de Primera Instancia, Gonzalo López Quintana, quien resolvió la revocación del cese de prisión preventiva, tras el fallo de la Corte Suprema de Santa Fe, que el pasado 26 de marzo ordenó revisar la condena impuesta a Rosales, quien había sido condenado a 6 años y medio de prisión por homicidio culposo en el juicio realizado en abril de 2017.

El pasado 26 de marzo, el máximo tribunal santafesino resolvió hacer lugar al recurso de inconstitucionalidad interpuesto por las querellas y la Fiscalía sobre el fallo de la Cámara Penal. Para la Corte, el accionar de Ramiro Rosales no fue un acto de negligencia, sino que el entonces policía de la Patrulla de Acción Táctica actuó con intención de matar. Esto quiere decir que no puede ser tratado como un homicidio culposo, tal como hicieron los jueces de primera y segunda instancia, sino que deberá encuadrarse como un crimen con dolo.

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El 4 de enero de 2015, Jonatan Herrera tenía 23 años y lavaba el auto en la puerta de su casa. Apenas pasadas las tres de la tarde, varios policías del Comando Radioeléctrico de Rosario comenzaron una persecución en San Martín y Saavedra a un supuesto ladrón que se desplazaba en moto y  que acababa de robar un comercio de la zona. La persecución se extendió hasta Boulevard Seguí y Alem, donde lograron alcanzarlo y se produjo un intercambio de disparos. En ese momento, cuatro efectivos de la Policía de Acción Táctica, que iban a bordo de un colectivo que pasaron por allí, se bajaron y se sumaron al tiroteo. Tres de esas balas alcanzaron a Jonatan, que dos horas después,  falleció en el Hospital Clemente Álvarez. Las pericias demostraron que el disparo fatal fue efectuado por el policía Ramiro Rosales. Ramiro Rosales y otros tres efectivos de la Policía de Acción Táctica fueron condenados en un abril de 2017 por el tribunal conformado por los jueces Rodolfo Zvala, Juan Carlos Curto y Juan José Alarcón. Mientras que sus compañeros recibieron una pena de 3 años y 8 meses, Rosales, autor de uno de los disparos fatales, fue sentenciado a 6 años y 6 meses. Dicha sentencia fue apelada por las querellas y la Fiscalía y confirmada en segunda instancia. Pero, al llegar a la máxima instancia, el Tribunal Supremo entendió que Rosales actuó con dolo, es decir, con intención de matar, y ordenó realizar un nuevo juicio.