Una amenaza previa a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Rosario que advertía sobre “matar policías, juez y fiscales” y un intento de robo son dos de las hipótesis sobre el homicidio del empleado policial César Carmona, asesinado de 13 disparos cuando ingresaba a su lugar de trabajo.

Si bien el fiscal del caso, Alejandro Ferlazzo, no descarta ninguna hipótesis sobre lo ocurrido con el inspector de 50 años, un posible robo o la concreción de una amenaza previa forman parte de las líneas de la pesquisa, ya que cuando el efectivo llegó a la sede de la AIC, venía de prestar servicio adicional en una financiera del centro de Rosario.

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Carmona, un inspector de la AIC en Rosario, fue atacado este jueves alrededor de las 15 cuando llegó en su automóvil a la sede de la dependencia policial, ubicada en Lamadrid al 500, por al menos dos personas que transitaban en un Citroen C3 color rojo que luego abandonaron a pocas cuadras.

De acuerdo con los primeros pasos de la investigación, los agresores cruzaron su auto delante del vehículo del policía, bajaron y le dispararon 13 veces. Las pericias determinaron que 9 municiones dieron en el cuerpo del inspector, que murió un rato más tarde en un hospital público de esta ciudad al que fue trasladado en forma particular.

El crimen generó un shock en la comunidad y en los estamentos policiales, judiciales y políticos, porque a pesar de la alta tasa de homicidios que desde hace una década posee Rosario, son infrecuentes los asesinatos de policías y menos en su lugar de trabajo.

Veinte días antes del homicidio de Carmona, el frente de la sede de la AIC fue baleado por un joven que se movía en moto y dejó un cartel intimidatorio que decía: “Nico Camino, Eri Masini y fiscal Ederik dejen de matar gente inocente o si no vamos a matar policías, juez y fiscales” (sic).

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Nicolás Caminos y Erik Masini son dos presos vinculados a la barrabrava del Newell’s que, además, lideran células de la violenta narcobanda local “Los Monos”, y que mantienen una disputa territorial con otros lugartenientes de la misma organización criminal. El mencionado en la nota como “Ederik” es el fiscal Matías Edery, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.

Una de las hipótesis que siguen los investigadores del crimen del inspector Carmona es la posible concreción de la amenaza. Por la balacera a la sede de la AIC, ocurrida el 25 de agosto luego de una nueva condena al jefe de “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero, fue imputado un joven identificado como Lautaro Núñez.

En la audiencia en la que fue acusado dijo que fue contratado por “un preso de Ezeiza”, donde está alojado, entre otros, “Guille” Cantero, quien ofrecía 400.000 pesos por la balacera. Otra hipótesis sobre el homicidio del policía es que se haya tratado de un robo. Es que los atacantes se llevaron una mochila del automóvil de la víctima.