El cura párroco de una iglesia de la capital tucumana fue hallado este miércoles muerto a puñaladas, en un sangriento hecho que estaría relacionado con un intento de robo.

El cuerpo del cura Oscar Juárez, de 67 años, fue encontrado con tres puñaladas en la espalda en dependencias de la iglesia San Martín de Porres, ubicada en calle Castro Barros al 100.

La policía informó que alrededor de las 10 de hoy, el encargado de realizar la limpieza encontró al religioso tirado en el piso y tapado con una sábana en una de las habitaciones de la casa parroquial.

El cuerpo del cura se encontraba en medio de un charco de sangre y con heridas punzantes en la espalda.

En principio, los investigadores avanzan en la recolección de pruebas que indicarían que el homicidio se produjo en un intento de robo perpetrado en horas de la madrugada.

El cuerpo fue trasladado para ser sometido a la correspondiente autopsia para establecer fehacientemente la causa del deceso, aunque en principio la muerte se habría producido por la abundante pérdida de sangre y no porque las heridas le hayan afectado algún órgano vital.

El crimen del párroco causó conmoción a los vecinos del barrio Villa Luján, quienes desde hace tiempo reclaman por mayor seguridad en la zona.

«El padre Oscar era vecino de mi casa, en Villa Luján, y un excelente cura y dirigente de los grupos de las parroquias», destacó el arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez.

El religioso tenía 67 años, llevaba 42 años como sacerdote y 13 a cargo de la parroquia San Martín de Porres.

«Su papá, Don Carlos, había sido ordenado diácono permanente y lo acompañó muchísimo hasta el día de su muerte. La mamá, doña Josefina, murió hace poco. Era una familia hermosa. Le tocó sufrir la muerte del hermano mayor, Hugo, en Catamarca, y también la de su hermana. Todos, de la comunidad de Villa Luján», recordó el arzobispo en declaraciones publicadas por La Gaceta.

Monseñor Sánchez describió al párroco Juárez como «una persona humilde, generosa y servicial» y resaltó que el cura «tenía una mente lúcida».

«La muerte de un sacerdote nos genera un dolor profundo. Pero en especial, la de este cura con tantos años y con pilas para seguir», enfatizó.

Foto: @IsaiasCisnero