Este sábado la Gendarmería Nacional decomisó una importante cantidad de cocaína oculto en un galpón ubicado en Ibarlucea. Se trata de un cargamento que provendría del norte y la fuerza federal viene siguiendo a través de 1.200 kilómetro. Hubo allanamientos en varias provincias y hay varios detenidos.

El operativo se realizó en horas de la tarde, y consistió en el secuestro de 382 kilos de clorhidrato de cocaína distribuida en varios bultos. Los panes de cocaína tenía fotos de animales e insectos y de un jugador del seleccionado de fútbol peruano, Raúl Ruizdiaz. De acuerdo de lo informado en el diario La Nación, los panes de cocaína estaban ocultos en tres camionetas que la Gendarmería venía siguiendo, desde el norte, como parte de una investigación al llamado clan Loza, cuyos jefes lideraban una organización narcocriminal con ramificaciones en Bolivia, Perú, España e Italia.

La propiedad allanada era vigilada por la Gendarmería, por orden de los fiscales Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), y Eduardo Villalba, fiscal federal de Salta.  Según informó La Nación, el juez federal de Salta Julio Bavio autorizó el allanamiento ante la sospecha de que tres camionetas intentaban mover la droga en esa propiedad. La causa sigue los pasos del llamado clan Loza, que controla las rutas de la droga en la zona norte del país.

Previamente al allanamiento, el pasado jueves por la tarde fue detenida Adelaida Castillo, una salteña, oriunda de Salvador Maza, en la frontera con Bolivia, sospechada de tener un rol protagónica en el clan Loza tras la caída de los jefes, los hermanos Waldemar, José y Erwin Loza, que lideraban la organización narcocriminal que tiene ramificaciones en Bolivia, Perú, España e Italia.

Después de varios meses de una investigación que encabezaron el  Diego Iglesias, y el fiscal federal de Salta Eduardo Villalba, el Escuadrón de Operaciones Antidrogas de Gendarmería logró detener a Castillo, eslabón fundamental del clan. Por la magnitud del cargamento, valuado en más de 300 mil millones de pesos y por la relación con el clan Loza, se sospecha que la cocaína secuestrada estaba destinada para ser eniada al extranjero.